De cara a 2030 hay unos objetivos marcados a nivel global y la industria farmacéutica trabaja en diferentes ámbitos para alcanzarlos.
Con el objetivo de no dejar a nadie atrás, los 150 jefes de Estado y Gobierno, que se reunieron en la Cumbre de Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), fijaron para la Agenda 2030 los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La intención es hacer un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el medioambiente y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad.
Todo el mundo es necesario para lograr estos objetivos. Todos podemos aportar nuestro granito de arena para conseguirlos, tanto a nivel particular las personas como las empresas y los gobiernos.
Uno de los sectores clave a escala global en la consecución de los objetivos de cara a 2030 es la industria farmacéutica, ya que trabaja para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y fomenta un modelo económico basado en el empleo cualificado, la investigación, el desarrollo y la innovación.
Objetivo 3: Salud y bienestar
El ODS 3, Salud y bienestar, busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. La industria farmacéutica juega un papel muy relevante en lo referente a este fin. La industria farmacéutica juega un papel muy relevante en lo referente a este fin, ya que los medicamentos innovadores son los responsables del 73% del aumento de la esperanza de vida registrado en las últimas décadas.
Gracias a esta industria se han conseguido avances que hace unos años eran impensables a la hora de abordar enfermedades graves y prevalentes, consiguiendo en algunos casos la curación (como la hepatitis C), el control de los síntomas o la cronificación de enfermedades mortales.
En lo relacionado a la meta de lograr la cobertura sanitaria universal para 2030 y el acceso a medicamentos y vacunas, el sector farmacéutico está firmemente comprometido. Las claves para conseguir este objetivo son fortalecer la atención primaria, investigar más y mejor en salud (la industria farmacéutica es líder con una inversión de 130.000 millones de euros en I+D cada año en todo el mundo) y mejorar el acceso a los medicamentos.
Dentro de este ODS, otro de los puntos que se persiguen es apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan a los países en vías de desarrollo. Cabe señalar que este sector es uno de los primeros contribuyentes netos a la investigación de enfermedades tropicales desatendidas, con una inversión de 500 millones de euros al año. Por ejemplo, gracias a las vacunas, se ha conseguido reducir en casi un 80% la mortalidad por sarampión en África entre 2000 y 2014.
Objetivo 5: Igualdad de género
El ODS 5 se centra en conseguir igualdad de género. Concretamente, uno de los puntos de este ODS destaca la necesidad de asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública. En este sentido, la industria farmacéutica presenta uno de los índices más altos de presencia femenina en puestos directivos y la menor brecha salarial del conjunto de la economía española.
En los puestos de mayor responsabilidad ostenta tasas de empleo femenino más elevadas que la media empresarial. Los comités de dirección de las empresas farmacéuticas cuentan con un 41,3% de mujeres (3,4 veces más que la media de las empresas del IBEX-35, que es de 12,1%). En el puesto de CEO, el sector tiene una presencia femenina del 21,7% frente al 5,9%, porcentaje medio de mujeres en el mismo puesto en las empresas del IBEX-35.
Objetivo 8: Trabajo decente y crecimiento económico
Otro de los ODS busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. El papel de la industria farmacéutica es muy relevante en la contribución a este objetivo, ya que como líder en inversiones en I+D y en empleo de calidad, es uno de los sectores tractores para las economías desarrolladas y cumple una de las metas fijadas en este ODS que dice lo siguiente: “Lograr niveles más elevados de productividad económica mediante la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación”. Las empresas fabricantes de productos farmacéuticos que operan en España generan una producción valorada en más de 15.000 millones de euros, lo que se traduce en el 24% del conjunto de la alta tecnología del país. A escala mundial, la producción asciende a 750.000 millones de euros al año.
Además, el sector ofrece uno de los empleos de mayor calidad en España, caracterizado por su estabilidad (un 94,2% de empleos indefinidos), su alta cualificación (un 62,4% son titulados universitarios) y su tipo de dedicación (solo el 1,5% de los empleados indefinidos trabaja a tiempo parcial). Asimismo, contribuye al empleo juvenil, siendo en este sector el colectivo de los menores de 30 años el que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años. Uno de cada cuatro nuevos contratos corresponde a jóvenes.
Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructuras
El sector farmacéutico también está ligado con el ODS 9, que se centra en la vertiente económica y productiva, destacando la importancia de infraestructuras de calidad, la contribución de la industria al empleo de calidad, el aumento de la investigación científica y la mejora de la capacidad tecnológica.
Esta industria, en cuanto a investigación, es responsable del 20,3% de inversión en I+D en España, por lo que es uno de los sectores más productivos del país. En lo referente a tecnología, se sitúa a la cabeza en exportaciones de productos de alta tecnología con un 25% total en España. Esto se traduce en que los laboratorios exportan por valor de 11.000 millones de euros al año.
Objetivo 12: Producción y consumo responsables
Una producción y consumo responsables es lo que se persigue en el ODS 12, donde se trata de fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenos condiciones laborales.
En este objetivo, en el que se hace gran hincapié en la protección del medioambiente, la industria farmacéutica ha sido el principal impulsor de Sigre, una entidad sin ánimo de lucro que se centra en el reciclaje y tratamiento medioambiental de envases y residuos de medicamentos. En este sentido Sigre tiene un doble objetivo. Por un lado, reducir el impacto medioambiental que los envases y restos de medicamentos pueden ocasionar, a través de la prevención de los residuos en origen y el correcto tratamiento medioambiental de los residuos generados; y por el otro, el sanitario, favoreciendo la no acumulación de medicamentos en los hogares y sensibilizando al ciudadano de los riesgos que puede conllevar un uso inadecuado. Gracias a Sigre, se recuperan 103 gramos por habitante de envases vacíos o con restos de medicamentos.
Objetivo 17: Alianzas para lograr los objetivos
El último ODS apela a las Alianzas para lograr los objetivos. En este sentido, la industria farmacéutica tiene una gran capacidad de lograr alianzas para alcanzar objetivos conjuntos, una forma habitual en el terreno del I+D o en el de la cooperación con países en vías de desarrollo.
En cuanto a investigación y desarrollo de nuevos medicamentos cada vez hay más colaboración público-privada, tanto en la etapa preclínica como en la clínica, con el desarrollo de ensayos clínicos de la mano de hospitales y otros centros sanitarios en un marco internacional. Por esta razón, la mitad de los fondos dedicados en I+D por parte de las farmacéuticas en España, se dedican a proyectos extramuros en colaboración con universidades, centros de investigación y hospitales públicos y privados.
Una de las alianzas es el programa Farma-Biotech de Farmaindustria que permite poner en contacto a los investigadores preclínicos con proyectos con potencial innovador con las compañías farmacéuticas capaces de asumir el desarrollo de nuevos fármacos.
La sostenibilidad económica y acceso de los pacientes a la innovación queda también de manifiesto en la alianza entre Farmaindustria y el Gobierno de España con el Convenio por la Sostenibilidad, el Acceso y la Innovación. Este acuerdo establece que, si el gasto público en medicamentos crece más de lo que lo hace el PIB, la industria devuelve la diferencia. Esto ayuda a que los pacientes tengan un acceso equitativo a los medicamentos y asegura la sostenibilidad futura del sistema sanitario en nuestro país.