La pandemia provocada por la covid-19 ha tambaleado la economía de muchas familias y, consecuentemente, su calidad de vida en términos de salud y bienestar social. Además, a nivel global han quedado al descubierto carencias como la insuficiente dotación a los sistemas de salud y las viejas debilidades del modelo de ciudad. Así, a través del PAM+, el Ayuntamiento de Barcelona quiere incrementar la atención y los recursos para la inclusión social. Para ello, la administración se ha propuesto una serie de objetivos como fortalecer el modelo sociosanitario, especialmente el de la atención a las personas más vulnerables; poner el cuidado en el centro de la acción política; y contribuir a fortalecer los servicios sociales de atención primaria y la red de equipamientos de salud de la ciudad. Para ello, el gobierno de Colau ha desplegado diferentes acciones con el fin de favorecer la inclusión de las personas con menos recursos y ofrecerles servicios básicos de calidad. Concretamente, el ayuntamiento trabaja en la puesta en marcha de dos servicios básicos para la ciudadanía que aún a día de hoy siguen siendo de difícil acceso por su coste económico: el servicio de dentista y la atención a la salud mental.
Salud bucodental, un derecho básico
Aún siendo una necesidad básica, la salud bucodental es, para muchos ciudadanos un bien de difícil acceso. En esta línea, el Ayuntamiento de Barcelona ha emprendido un servicio de dentista gratuito. Tal y como explica el director de Servicios de Salud del ayuntamiento, Davide Malmusi, «los servicios sociales nos derivan los casos que están en seguimiento y en tratamiento, que consideran que tienen una necesidad odontológica que no se puede demorar y que, además, cumplen con el criterio económico». Esta asistencia gratuita, que se empezó a desplegar en el 2018, incluye cuatro servicios principales: obturaciones, higienes y raspados, prótesis y endodoncias. Estas atenciones se llevan a cabo en los edificios municipales de la calle Viladomat, 127. «Además, desde abril de este año hemos establecido un segundo punto en Torre Baró, concretamente en la Plaza de los Eucaliptos, 3», añade Malmusi. Esta ampliación ha incrementado las horas de atención del dentista municipal un 33% –hasta las 121 horas semana-les–. Además de la apertura de estos dos centros, el Consistorio subscribió es-te año acuerdos con el Hospital de Sant Joan de Déu y con el Hospital Sant Pere Claver para atender gratuitamente a determinados perfiles de menores vulnerables, personas sin techo o con patología mental severa. Por otro lado, en 2020 se firmó otro convenio con la Asociación Empresarial de Centros de Asistencia Dental para atender con precios reducidos a las personas vulnerables que sean usuarias de la Tarjeta Rosa o bien de la tarjeta Barcelona Solidària.
Apoyo. Se busca dar soporte emocionaal - Paola de Grenet.
Salud mental: la asignatura pendiente
La pandemia ha empeorado la salud mental de la población, sobre todo de las mujeres. «La salud mental de los ciudadanos ha sido siempre una asignatura pendiente, pero la pandemia y todo lo que supuesto a nivel emocional ha acelerado un plan de choque», asegura la directora de Servicios de Envejecimiento y Cuidados, Pilar Solanes. Es por ello que, a raíz de la crisis sanitaria, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha diferentes iniciativas para poder ayudar a la ciudadanía en este ámbito. Por un lado, se ha habilitado el servicio Konsulta’m, un espacio destinado a dar soporte a adolescentes y a jóvenes de entre 12 y 22 años y atender de forma preventiva el sufrimiento psicológico y los problemas de salud mental de este colectivo. Así, a través de esta acción, que forma parte del Plan de salud mental de Barcelona 2016-2022, se han establecido un total de 11 puntos desplegados por la ciudad. «Además, a partir de diciembre iniciamos la misma operación, pero para mayores de 22 años (Konsulta’m +22)», explica Solanes.
Por otro lado, en agosto del 2020, la administración de Colau habilitó un teléfono gratuito (900 92 55 55), que funciona las 24 horas del día durante los 365 días del año para prevenir casos de suicidio. Para ello, un centenar de voluntarios de la Fundació Ajuda i Esperança, asesorados por un equipo profesional de psicólogos, atienden las llamadas de personas que se encuentran en riesgo de suicidio. «Hasta el momento, hemos recibido alrededor de 5.000 llamadas, y de estas, unas 140 eran de personas que estaban llevando a cabo un suicidio», detalla Solanes.