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CRECIMIENTO

Una ayuda directa al futuro

Barcelona cuenta con diversas acciones para apoyar a los menores en situación de vulnerabilidad
Una niña se divierte con un juego pintado en la acera.
Texto: Xavi Datzira
La crisis sanitaria y social generada por la pandemia ha sacado a la luz toda una serie de situaciones de exclusión y desigualdad, que quizás antes habían quedado enmascaradas. El confinamiento, sin embargo, fue una barrera demasiado alta para superar por muchas familias, especialmente por aquellas que tienen hijos a su cargo y se encuentran en una situación de vulnerabilidad que compromete su educación y, con ella, su futuro.


Muchas iniciativas para acompañar a los menores han demostrado ya su éxito

Por eso, la atención a la infancia es uno de los puntos clave del Programa de Actuación Municipal de Respuesta a la Pandemia del Ayuntamiento de Barcelona, que contempla toda una serie de acciones para reforzar el apoyo que se brinda a aquellas familias con menores a su cargo que se encuentran en riesgo de exclusión. Entre las diferentes acciones que se han vuelto a poner en marcha durante este 2021 destacan dos que ya habían demostrado su eficacia: una económica y otra, educativa.En el primer caso, en el 2021 se han vuelto a convocar las ayudas para familias en situación de vulnerabilidad con menores de 0 a 16 años, pensadas para cubrir sus necesidades básicas y con un presupuesto global que ronda los 15 millones de euros. Se trata de una aportación mensual de 100 euros en el caso de un hijo, 175 para familias con dos y 50 euros más a partir del tercer hijo. Todo ello vehiculado a través de la tarjeta Barcelona Solidaria, de tal manera que las familias pueden hacer uso de la manera que consideren más conveniente y sin necesidad de acudir a los Servicios Sociales.


En este sentido, son las familias las que deciden cómo hacer uso de esta cantidad: alimentación, equipamiento, actividades extraescolares o incluso para gastos médicos. «Estas ayudas se convocaron por primera vez en el 2015 y se ha podido demostrar que se trata de un método muy efectivo para que se produzca un beneficio directo del menor, rompiendo además con los estigmas de la familia», asegura Noemí Peral, directora de la Oficina de Prestacions Social i Econòmiques del Ayuntamiento de Barcelona. En las diversas convocatorias –a finales de diciembre termina la del 2021– se ha conseguido abarcar entre 10.000 y 12.000 familias, lo que supone entre 17.000 y 20.000 menores de 0 a 16 años.


Horario extraescolar


En el ámbito educativo, se detectó que algunas desigualdades se habían agravado durante el confinamiento, especialmente las referentes a aquel alumnado con dificultades para practicar en casa las lenguas vehiculares que se usan en la escuela, sobre todo el catalán. Por eso, el ayuntamiento decidió poner en marcha a través del Pla de Barris el proyecto Servicios de refuerzo de competencias en el ámbito lingüístico para la infancia en situación de vulnerabilidad, conjuntamente con la dirección de Cultura y Educació als Barris del Institut de Cultura de Barcelona y el Consorci Educació Barcelona. Según los estudios, más de 19.000 alumnos se encuentran en situación de alta vulnerabilidad y estos fueron, precisamente, los que sufrieron una mayor desconexión durante el confinamiento. En especial porque muchos de ellos proceden de familias de origen extranjero que no dominan las lenguas vehiculares de la escuela y no les pueden brindar el apoyo necesario. Algo que tiene aún más relevancia si se tiene en cuenta que es en la etapa infantil cuando se establecen las bases para la expresión oral en catalán y que esta es determintante para el desarrollo educativo.


Es por eso que se están desarrollando acciones tangibles para contribur de forma directa a la reducción de estas desigualdades, como el proyecto Menjallibres, que ya se desarrolló con éxito en el 2018 y que ha vuelto este 2021 con prácticamente «el 90% de las plazas cubiertas», tal y como remarca Josefina Pidelaserra, coordinadora del ámbito social del Pla de Barris. «Se trata de dos sesiones a la semana para niños y niñas de segundo y tercero de Primaria (con merienda incluida), que tiene como objetivo fomentar la lectura y, a partir de ella, reforzar la expresión oral y el aprendizaje», añade. Todo ello desde una vertiente lúdica y facilitando la implicación de las familias.