Maxi Iglesias vuelve a Antena 3 con el estreno de ‘Los artistas: Primeros trazos’

Maxi Iglesias está de regreso al canal que le descubrió con ‘Física o química’. El actor vuelve a Antena 3 con la ficción ‘Los artistas: Primeros trazos’, una co-producción entre España y Estados Unidos que protagoniza junto a Ximena Romo y que ya se ha podido ver en plataformas como Prime Video o Vix+, pero que aterriza por primera vez en nuestro país en abierto.

Esta serie nos cuenta la historia de Cata, una experta en arte que no está pasando por su mejor momento personal ni profesional. Por casualidades del destino conocerá a Yago, un atractivo anticuario que utiliza la picaresca para vender malos productos a colecciones sin mucha experiencia por un valor mucho mayor del que tienen.

En el primer episodio, Cata trabaja en una cantina mexicana en la que Yago está intentando vender una pintura de bajo valor a un precio exorbitante, y Cata le ayuda en el proceso, consiguiendo su objetivo. Mientras tanto, el padre de Cata debe dinero a un delincuente y necesita encontrar la cantidad de forma urgente.

Yago reconoce a Santos, un futbolista muy conocido, y a su novia, Sheila, y Cata escucha a esta expresar su deseo de comprar un crucifijo. Cata, fingiendo una conversación, afirma que los crucifijos están pasados de moda y que ahora lo que se lleva son las pinturas de la Virgen. Al hacerse la difícil, Sheila decide que quiere comprarle una pintura. Francisco, padre de Santos y su agente, pone en duda la autenticidad de la pintura y exige un certificado. Cata tendrá que recurrir a su antiguo lugar de trabajo en el IPAC, y mintiendo, imprimirá un certificado falso, robando un sello para completar su engaño.

En el segundo episodio, Yago se presenta inesperadamente en el apartamento de Cata para informarle que está a punto de perder su casa y que quiere planear la venta de otra pintura falsa. Por ello, ambos se presentan en una subasta, donde el chico identifica a Marta Margarita como una oportunidad. Les propone que compren una pintura barata, convenzan a su marido de que tiene un alto valor, y luego vendan la obra y se repartan las ganancias. Y aunque el plan perfecto incluye conseguir la pintura falsificada de un autor ya retirado, parece que más de un obstáculo se pondrá en su camino a la hora de conseguir colarles el cuadro falsificado.