Arnau, ganador de 'Masterchef 9': "El programa no hubiese sido lo mismo sin Ofelia"

Arnau París cumple uno de sus grandes sueño tras proclamarse ganador de la novena edición de 'Masterchef'. Después de que un amigo le apuntase al casting, en apenas tres meses, este barcelonés de 32 años ha pasado de ser comercial de grifería a poder dedicarse a la cocina, una de sus grandes pasiones, después de triunfar en la gran final del talent con un menú en el que la conexión entre el producto y su origen fueron los protagonistas, y cuyo plato 'Bosque' ya se puede degustar en el restaurante del programa en Madrid. A tan solo unos días de lanzar su primer libro de recetas, YOTELE habla con Arnau París tras ganar 'Masterchef'.

¿Cómo te encuentras después de ganar la novena edición de 'Masterchef'?

Estoy un poco desbordado, pero la realidad es esto. Estoy cumpliendo un sueño. Es algo que nunca me había imaginado. Es inexplicable.

La final llevaba grabada varias semanas. ¿Ha sido difícil guardar el secreto?

Ha sido muy fácil porque sabía que no podía decírselo a nadie. Me lo han preguntado muchas veces, pero siempre contestaba que solo con entrar hemos ganado todos. He sido una tumba. Me mola ver cómo la gente va sufriendo como yo lo hice en las cocinas mientras lo ve y lo disfruta.

A lo largo de este día, estamos leyendo mucho el leitmotiv de 'Masterchef te cambia la vida'. En tu caso, has pasado de ser comercial de grifería al ganador del programa. ¿Cómo definirías este salto que has experimentado?

Ese salto es, al final, convertir tu pasión en tu día a día, algo que es un poco el objetivo de cumplir un sueño. A mí me gusta la cocina y ahora le voy a dedicar todo el tiempo del mundo con todo mi corazón. Cuando algo te mola, lo hace agusto, y eso es lo que vale. Da igual que ganes menos o trabajes más, pero estás conectado al proyecto, y eso es lo que merece la pena.

¿Te habías presentado a 'Masterchef' antes?

Qué va. Esta era la primera vez que me presentaba. Ha sido llegar y besar el santo. Siempre veía el programa.

¿Y qué te hizo presentarte al casting en esta edición?

A mí me encanta cocinar y mis amigos siempre me decían que me apuntase, y al final lo hizo un colega mío de la universidad. Así comenzó la aventura de 'Masterchef'. Ya le debo la vida a él.

Tu amigo debería conocer muy bien tus dotes

Sí. Para mí, la cocina es compartir y lo que más me gusta es cocinar para los amigos.

Centrándonos en la final de este pasado martes, ¿pensaste mucho el menú que realizarías? ¿Lo ensayaste previamente?

Cuando entré en el programa, no tenía un menú pensado para la final. A medidas que vas avanzando, sueñas ya con ello y piensas cosas. Ya al llegar a los programas 11 y 12, te das cuenta que es una realidad y tienes que diseñarlo. Me basé en productos y platos de la gastronomía del día a día y en cosas que me gustan y me identifico con ellas. A partir de coger libros de recetas de vanguardia, iba diseñando los platos con diversas técnicas. Lo que más me gustaba de cada uno lo iba mezclando hasta obtener lo que yo quería.

Respecto al resto del concurso, se te veía muy decidido y seguro en muchas de las pruebas pero, ¿has tenido también esos nervios y esa tensión que caracteriza a 'Masterchef' aunque no las visibilizases?

Eso va y viene. Al final, la seguridad la tienes en algunos momentos y en otros no porque 'Masterchef' te saca de tu zona de confort, que es lo bueno. A partir de aquí, he intentado sacar lo positivo, sin importar a lo que me enfrentaba. Siempre que me tocaba un plato, fuese el que fuese, decía que era lo que quería cuando muchas veces no era verdad. Tienes que motivarte y mostrar esa actitud segura y eso te ayuda a salir adelante.

La famosa 'Blacklist' también ha dado mucho que hablar en tu concurso. Al final, has ganado, ¿pero la has seguido paso a paso?

La 'blacklist' ha funcionado porque se han ido todos menos yo, pero lo cierto es que no había una hoja de ruta tan marcada. Era más bien algo de cachondeo, pero que mostraba lo que yo quería llegar a ser. Ahí me apuntaba lo bueno y lo malo de cada uno, pero, al final, la 'blacklist' era mucho curro y adaptarte, capeando las situaciones siempre con respecto hacia los demás y sin intención de hacer daño a nadie.

También ha sido destacada la rivalidad que has tenido con Toni. ¿Ha sido tu mayor rival a abatir en el concurso?

Sí. Toni es un gran amigo y rival dentro del concurso. Yo me imaginaba la final con él, que hubiera sido muy divertidísima porque teníamos un pique súper deportivo. Nos lo pasábamos muy bien y nos ayudábamos mucho. De hecho, a las semanas después de entrar, me dijo que le sorprendí porque, cuando me vio, les encendía siempre que podía, ya que pensó que era un tío que nunca decía nada.

Otro de los elementos más relevantes de esta edición fue la incorporación de Jose. ¿Cómo te tomaste que entrase un nuevo rival a mitad de concurso?

Me lo tome mal en el buen sentido de la frase. Es un buen tío y me llevo muy bien con él, pero es verdad que llegó en el programa seis arrasando con un plato de la hostia. Siempre decía lo mismo: es como si haces una maratón y, en el kilometro 20, sale un tío del metro y se pone a correr a tu lado, teniendo que ir al mismo ritmo. Le quiero muchísimo, pero venía fresco de fuera y nosotros llevábamos cinco semanas encerrados con la presión, la convivencia, lejos de nuestras familias... Era desigual. Siempre decía que era encantador, pero que ojalá se fuese pronto.

Ofelia también ha dado mucho que hablar en nuestro concurso. Por ejemplo, María dijo en la final que le daba "muchísima rabia haber entrado en 'Masterchef'" con ella de compañera". ¿Compartes esta opinión?

No. Sinceramente, creo que esas palabras están sacadas de contexto. Se dicen muchas cosas, pero salen muy pocas. Yo estoy encantado con todas la gente que he conocido en el programa. Hay personas con las que te llevas mejor o peor, pero el programa no hubiese sido lo mismo sin Ofelia por esa locura e intensidad. Tenía sus momentos buenos y malos. Yo me he reído y compartido mucho con ella, pero también hemos llegado a tener momentos muy tensos.

¿Pero esas cosas buenas de Ofelia compensas a las malas?

Bueno, al final, todos somos como somos y tenemos que entendernos así. No es mala persona. Ella tenía su estrategia, como hemos hecho todos, pero tampoco es una persona que vaya a malas. Ofelia es intensa, distraída e impulsiva, y a veces hay que frenarla, pero la aprecio y la quiero un montón.

Ayer ganaste 100.000 euros, tu libro de recetas, que sale la semana que viene, y el curso en el Basque Culinary Center. ¿Qué planes tienes a partir de ahora?

El futuro real es que en octubre empiezo el máster en el Basque Culinary Center, que son seis meses de curso, más las prácticas, que eso me emociona mucho. El presente actual es que ya he arrancado un proyecto gastronómico en la masía del Molí la Vansa, en la que estoy haciendo jornadas gastronómicas junto a un chef con el objetivo de llevar al comensal al origen de los ingredientes. No hay mejor conexión que esa en la que intentamos empapar nuestra pasión por el producto y el territorio.

¿El premio en metálico irá destinado a ese proyecto?

Sí. Yo quiero montar un proyecto 360 en el que la gastronomía sea parte del proyecto pero en el que la gente venga a conectar con el origen. Hay otra forma válida de hacer las cosas: la de nuestros abuelos pero adaptada al mundo moderno