El post partido del Barça-Huesca: Messi o la rutina de lo extraordinario

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Resultó monumental el gol, rozando el cielo, tal y como indicaba la gigantesca pancarta con una gran imagen de Messi y Xavi, unidos ambos por el partido 767 que les hace cohabitar, y de forma circunstancial, en la cima. Monumental también resultó el control previo de Leo, nada más recibir el pase de Busquets que lo colocaba en el balcón del área. A partir de ahí, dibujó el astro argentino un lienzo inolvidable. Una obra de arte, a la que ya no se da el valor que merece porque se ha convertido en algo rutinario. Pero lo sobrenatural, por muy habitual que sea, son ya 17 años, nunca puede mirarse con los mismos ojos.