"Las baldosas vienen a mí": Joel nos enseña el futuro museo de baldosas hidráulicas

Es meter un pie aquí dentro y se te pone de golpe el rictus de Indiana Jones entrando en algún templo maldito. Esto es aún más inesperado que el PP votando la reforma laboral. Ni que hubieras abierto la cámara secreta de la tumba de un faraón modernista. Hay pilas y pilas de baldosas hidráulicas con capa blanquecina de casa encantada. Unas 20.000. “Faltan por traer muchas”, resopla el anfitrión con ilusión contagiosa. Joel acumula mosaicos hasta debajo del sofá de su casa. Tendrá 50.000 en total, redondea. El 70% los ha rescatado de sacos de escombros.