Viaje al 'Corredor del Fuet'

Ripoll, el laboratorio del miedo de Silvia Orriols

El Periódico

“Me llamo Mohamed Amin Boubash, tengo 13 años, vivo en Ripoll y soy de Marruecos. Me gusta mucho jugar a fútbol y voy al instituto Abat Oliba”, pronuncia en perfecto catalán este niño magrebí después de pasar seis meses por la escuela pública catalana. La alcaldesa, Sílvia Orriols, postergó de forma injustificada su empadronamiento, lo que demoró su escolarización, pero el menor ha logrado empadronarse y espera terminar allí su etapa académica. En cambio, Halima, una vecina de 28 años, desea abandonar el pueblo desde que le prohibieron la entrada en el gimnasio municipal por llevar velo. “Antes de que me echen, me voy”. Desde los atentados, la convivencia en Ripoll se ha ido astillando hasta llegar a la fractura actual. Muchos vecinos dicen sentirse “invadidos” por los recién llegados. “Son niños chusma”, en palabras de Pilar, panadera. “Deben darnos miedo”, insiste la alcaldesa, Sílvia Orriols.