Jamás comas estos alimentos antes de dormir: esto es lo que podría pasarte

¿Te cuesta conciliar el sueño por las noches? La respuesta podría estar en tu plato. Y es que la alimentación juega un papel fundamental en la calidad del descanso, especialmente en las horas previas a ir a la cama.

Existen ciertos alimentos que, por sus propiedades y efectos en el organismo, pueden dificultar la conciliación del sueño y afectar negativamente al descanso nocturno.

Enemigos del sueño:

Comidas copiosas y grasas: Ingerir grandes cantidades de comida o alimentos ricos en grasas saturadas antes de dormir obliga al sistema digestivo a trabajar en exceso, provocando digestiones pesadas que pueden derivar en insomnio.

Alimentos picantes: El picante, aunque delicioso, puede ser un gran enemigo del sueño. Las especias picantes aumentan la temperatura corporal y provocan acidez estomacal, dos factores que pueden dificultar la conciliación del sueño y provocar interrupciones durante la noch

Cafeína: La cafeína es un conocido estimulante que se encuentra en el café, el té, algunos refrescos y el chocolate. Consumir cafeína antes de dormir puede dificultar conciliar el sueño y reducir la calidad del mismo. La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, una sustancia que promueve el sueño, manteniéndote alerta.

Alcohol: Aunque el alcohol puede inducir somnolencia inicialmente, su consumo antes de dormir puede ser contraproducente. El alcohol interfiere con las fases más profundas del sueño, como el sueño REM, y puede causar despertares frecuentes durante la noche. Además, el alcohol puede relajar los músculos de la garganta, aumentando el riesgo de ronquidos y apnea del sueño.

Chocolate: El chocolate, especialmente el chocolate negro, contiene cafeína y teobromina, ambos estimulantes que pueden afectar el sueño. Aunque el contenido de cafeína en el chocolate es menor que en el café, puede ser suficiente para mantenerte despierto si eres sensible a los estimulantes.

Alimentos que te ayudarán a dormir como un lirón:

• Plátano y nueces: esta combinación, ideal para un snack nocturno, aporta magnesio y triptófano, nutrientes esenciales para la relajación muscular y la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño-vigilia.
• Infusiones relajantes: La manzanilla y la valeriana se han ganado su fama como infusiones nocturnas por una buena razón. Sus propiedades relajantes ayudan a calmar el sistema nervioso y a preparar el cuerpo para el descanso.
• Cena ligera a base de proteínas magras: El pavo, el pollo o el pescado blanco son opciones perfectas para la cena. Aportan proteínas, esenciales para la reparación muscular, son bajas en grasas y contienen triptófano, induciendo el sueño sin provocar digestiones pesadas.
• Lácteos naturales sin azúcar: Un clásico que nunca falla. Un vaso de leche tibia o un yogur natural antes de acostarse puede ser una buena opción, ya que los lácteos contienen calcio y triptófano, que promueven la relajación y el descanso."