Adiós a las chanclas en verano: un podólogo alerta del abuso de este calzado y el peligro para los pies

El uso de chanclas es el debate eterno de todos los veranos. Hay quienes las adoran y no pueden vivir sin ellas y quienes no pueden ni verlas, yendo si hace falta en zapatillas deportivas a la playa o piscina, únicamente cambiando a la chancla si es muy necesario y una vez ya han llegado al espacio de remojo.

Los que pertenecen al segundo grupo, los 'haters' de la chancla, están de suerte, porque se libran de la bronca de los podólogos, que muestran su preocupación ante el uso excesivo de este tipo de calzado. Porque los defensores de las chanclas no solo las utilizan para playa o piscina, sino que en muchos casos acaban convirtiéndose en su calzado por excelencia del verano: para casa, por la calle y donde haga falta. Siempre con sus chanclas.

Este apego casi religioso que repiten año tras año con la llegada del calor, con el tiempo puede acabar perjudicando severamente a estas personas. Y es que, efectivamente, las chanclas están muy mal vistas por los profesionales del ámbito, y con motivos más que suficientes.

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"Me daban calambres"

Para abordar críticamente el asunto, el programa de televisión 'Y ahora Sonsoles' ha entrevistado a Amalia, una mujer que llegó a perder tres uñas, padecer dolores de espalda y desarrollar una fascitis plantar (dolor punzante en la planta del pie) por culpa de su devoción por las chanclas.

"Me daban calambres. En el podólogo me empezaron a tratar, me dijeron que tenía problemas en los dedos y me obligaron a cambiar el calzado", ha relatado la mujer para el programa de Antena 3, en el que también ha intervenido el podólogo Jaime García Latorre, CEO de Podoteam, que ha aportado el punto de vista podológico que advierte de los peligros del uso de las chanclas.

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Esto dicen los podólogos

La salud de nuestros pies es fundamental, ya que nos sostienen allá donde vamos, tanto como si es de la cama al sofá como si es para correr una maratón. Su función es una de las más importantes del cuerpo humano y subestimarla es un error que puede llegar a salir muy caro.

Según ha explicado el experto para el programa conducido por Sonsoles Ónega, es "desafortunadamente normal" tener problemas en los pies entre las personas que utilizan las sandalias y las chanclas de forma abusiva. "No es que estén prohibidas", aclara, "pero hay que hacer un uso racional de ellas". Su recomendación personal es utilizar este tipo de calzado en ocasiones más específicas. "En este caso, sería para piscinas, playas y poco más", ha expuesto García Latorre.

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Deformación y otras consecuencias

Durante el programa han aprovechado para recordar algunas de las consecuencias que puede provocar el abuso de las chanclas, de la fascitis plantar a los problemas de articulaciones: "No tenemos una sujeción en el tobillo, por lo tanto, las articulaciones sufren mayor sobrecarga y pueden acabar convirtiéndose en esguinces", ha advertido el profesional en podología.

Otras patologías comunes que derivan de este uso incorrecto del calzado pueden ser espolones calcáneos (crecimiento óseo en el talón), metatarsalgias (dolor o inflamación del metatarso) o una deformación de los dedos en forma de garra.

¿Cómo sustituir las chanclas?

Para quienes no se vean capaces de renunciar a este calzado tan fresco y veraniego, Jaime García Latorre ha ofrecido una de las soluciones posibles: sustituir las típicas chanclas por otras mucho mejor diseñadas para el bienestar de los pies.

Las chanclas sin sujeción, de suela blanda y las de agarre de dedo son las peores opciones del mercado, con las que "generamos una tensión con la parte anterior del pie a la hora de dar la propulsión del paso", tal como ha asegurado el podólogo en el programa de televisión.

Asimismo, ha querido recomendar un tipo de zapato igual de fresco que puede sustituir perfectamente a la clásica chancla: las sandalias con agarre anterior y agarre posterior. Este calzado aporta "mucha amortiguación y tienen sujeción en la parte del tobillo, lo cual es muy importante", ha recalcado, finalmente, el experto.