Alimentación

Este fruto seco se pone rancio porque lo estás guardando mal: es el único que hay que tener en la nevera

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Frutos secos

Frutos secos / Shutterstock

Alba Aguilera

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Los frutos secos son uno de esos alimentos que sirven para todo y siempre van bien. Tanto en el desayuno, como en comida, cena o postres. Aunque, sin duda, es uno de los favoritos como tentempié o pica-pica entre horas, gracias a sus cualidades, que los hacen saludables a la par que saciantes.

Su almacenaje habitual es en la despensa. Independientemente del fruto seco, la mayoría de personas los guardan todos fuera del refrigerador, en algún cajón, estantería o armario. Sin embargo, lo que tanta gente da por hecho es una idea errónea, ya que no todos estos productos se conservan de forma óptima en la despensa.

De hecho, es uno de los frutos secos más comunes el que, en realidad, se mantiene en mejores condiciones si se almacena en un lugar frío. Para ser más precisos, en la nevera. Son las propiedades específicas de esta variedad de fruto las que diferencian su método ideal de conservación.

Este es el fruto seco

Estamos hablando de las adoradas nueces, que destacan entre las mejores por su considerable cantidad de beneficios para la salud y su delicioso sabor. Además de estar ricas por sí solas, pueden añadirse al pan, a un bol de yogur o incluirlas en todo tipo de bizcochos y postres.

En cuanto a sus ventajas saludables, destacan por lo buenas que son para el corazón, mejorando la salud cardíaca de cualquiera que las consuma. A pesar de todos estos beneficios, es crucial asegurarse de que las mantenemos correctamente y de que no se ponen malas.

El problema de su conservación es un desencadenante de su alto contenido en grasas saludables, principalmente ácidos grasos insaturados, que son muy sensibles a la oxidación. Este proceso se acelera con la exposición al calor, la luz y el oxígeno.

¿El resultado? Unas nueces rancias. Pero lo peor de que una nuez se pase no es la pérdida de su delicioso y característico sabor, sino las consecuencias a nivel nutricional.

Las nueces pasadas

Es importante evitar las nueces pasadas, ya que la oxidación del fruto seco puede resultar nociva en cuanto aparece el moho. En ocasiones es difícil saber si siguen estando buenas, pues su dura cáscara suele aguantar más tiempo que el interior. Estas son algunas de las claves para la conservación del fruto seco y la detección de su mal estado:

  • Las nueces suelen aguantar en buen estado un total de 6 meses. Si, además, las conservamos en el congelador, aguantarán hasta 1 año.
  • Para que se conserven bien pueden guardarse en un lugar fresco, oscuro, seco y ventilado, como la despensa. Aunque, preferiblemente, se les debe buscar un hueco en la nevera.
  • Si las nueces se ponen malas, adquirirán un regusto rancio muy desagradable. Por lo que, aparte de los problemas de salud que puedan ocasionar, usar las nueces pasadas también puede arruinar tus recetas.