Sustancia tóxica

La gripe del teflón: alarma por el aumento de casos

En Estados Unidos se ha registrado un récord de casos por la inhalación de los vapores dañinos de este compuesto presente en muchas sartenes y ollas antiadherentes

¿Cada cuánto tienes que cambiar las sartenes?

¿Sartén quemada? El truco viral para limpiarla sin esfuerzo

Juego de sartenes antiadherentes.

Juego de sartenes antiadherentes. / Studio58

A. Casanovas Torre

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Hubo un tiempo en el que el teflón se convirtió en una revelación. No había una cocina sin una sartén antiadherente gracias al recubrimiento de este compuesto químico, entre uno de los muchos usos que se le da. Sin embargo, décadas después se demostró que su composición es tóxica y nociva para la salud. Hasta tal punto que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que es parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo clasifica como "posiblemente cancerígeno". En Estados Unidos se ha registrado un récord de casos por la inhalación de los vapores dañinos de este polímero y ya se habla de la 'gripe del teflón'.

En 2023, se notificaron más de 265 intoxicaciones derivadas del teflón, el número más alto de casos desde el 2000, según la ONG America's Poison Centers, que representa a los 55 centros de control de envenenamiento que hay en Estados Unidos. En las últimas dos décadas, se han registrado más de 3.600 informes de incidentes sospechosos vinculados a la inhalación de los vapores tóxicos que emite el compuesto a altas temperaturas. Ese repunte de casos "pone de relieve la forma correcta de utilizar las sartenes y ollas recubiertas con este potente antiadherente", dicen los expertos.

Popularmente, se llama teflón —y es una marca comercial—, pero su nombre real es politetrafluoroetileno (PTFE). Descubierto accidentalmente en 1938 por Roy J. Plunkett, un químico estadounidense, es inerte ante prácticamente todos los productos químicos y se considera uno de los materiales más resbaladizos jamás creados. En este sentido, se utilizó en la Segunda Guerra Mundial como revestimiento de tanques de guerra para protegerlos de la lluvia y los cambios de temperatura.

Los fabricantes conocían su toxicidad

Con el fin del conflicto bélico, el negocio entró en números rojos, así que los principales fabricantes encontraron en el uso doméstico un filón de oro. Abundaron las campañas publicitarias que ilustraban cómo la comida no se enganchaba en las sartenes recubiertas con ese polímero, y que además eran mucho más fáciles de limpiar. Con todo, su uso se popularizó entre las baterías de cocina en la década de los años sesenta del siglo pasado.

Por aquel entonces, las grandes multinacionales del sector químico ya sabían que la sustancia era nociva: los primeros informes que prueban que es tóxica cuando se sobrecalienta datan de 1961, pero no se hicieron públicos hasta que las demandas (millonarias) llegaron a los juzgados, en los años 2000. De hecho, fue otro compuesto controvertido, el PFOA, el que originó la polémica alrededor del teflón. Esas siglas corresponden al perfluorooctanoato, también conocido como C8, y garantiza que el teflón quede unido a las sartenes y las ollas, como si fuera un pegamento.

La importancia de tener las sartenes en buen estado

Según la OMS, ambas sustancias son peligrosas cuando se utilizan de forma inadecuada. Es decir, cuando las baterías de cocinas están rayadas y gastadas. Al calentarse, hay el riesgo de que ese compuesto se libere. Si se sobrecalientan, incluso pueden provocar gases tóxicos. Eso suecede a partir de los 260 ºC, una temperatura que se alcanza, por poner un ejemplo, si se calienta una sartén vacía a fuego fuerte durante varios minutos.

Sártenes desgastadas.

Sártenes rayadas y desgastadas. / Pexels

Los síntomas de una intoxicación por teflón son similares a los de una gripe: fiebre, dolor de cabeza y malestar, aunque algunas personas pueden llegar a sufrir problemas respiratorios. De ahí la importancia de saber cada cuándo hay que cambiar las sartenes y las ollas antiadherentes. Además, España prohibió la comercialización de productos que contuvieran teflón y PFOA en 2012. Desde 2017, están oficialmente prohibidos en la Unión Europea, pero se estableció una moratoria hasta 2023 y aun después se permite su uso con determinadas condiciones.

Más de 4.700 sustancias de este tipo

Hay otro motivo por el que preocuparse. Tanto el teflón como el PFOA forman parte del grupo de sustancias perfluoroalquiladas, conocidas como PFAS, por sus siglas en inglés. No son los únicos: hay más de 4.700 agentes químicos sintéticos identificados. Tienen una amplia gama de usos, desde sartenes antiadherentes hasta material impermeable y antimanchas, espuma contra incendios e incluso motores a reacción.

Son extremadamente resistentes y no se degradan, por eso se conocen con el apodo de "productos químicos eternos". Al no degradarse, pueden acumularse a lo largo del tiempo en el organismo de los seres humanos y de los animales, y son casi indestructibles en el medio ambiente, con nefastas consecuencias en ambos casos.

Entre ellos también hay el bisfenol A o BPA, que se utiliza en combinación con otras sustancias para fabricar plásticos y resinas. De hecho, la Unión Europea concluyó en 2023 que es "un riesgo para la salud" y que su ciudadanía está expuestos "a un nivel muy superior" al aceptable.