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¿Por qué España utiliza persianas en casa? Hay un motivo cultural

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Persianas

Persianas / Helena Lopes | Unsplash

Alba Aguilera

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No importa a qué edad descubrieras por ti mismo que las persianas, ese elemento que no puede faltar en un hogar español, es una característica que diferencia al país con respecto a las viviendas de Europa.

Seguramente, recordarás en qué viaje te percataste de este hecho, al ver que en las ventanas y puertas de las viviendas de otras naciones faltaban no solo persianas sino, incluso, cortinas, en muchos casos, convirtiéndolas en una suerte de escaparates.

Puede resultar extraño que algo tan común y con -a priori- tanta utilidad como son las persianas, cause tanta indiferencia en el resto del mundo y tanta necesidad en el territorio español. Pero esta disyuntiva tiene no uno, sino varios motivos que cesarán tu curiosidad.

Explicación cultural

La explicación de por qué los españoles somos de persianas y en otros lugares no lo son la podemos buscar en que se goza de muchas más horas de sol que en otros países, siendo además su luz más intensa. Pero esta no es la única razón por la que las persianas en el territorio español son tan míticas, sino que también hay una explicación cultural.

Se cree que en España quedó como propia la herencia árabe de vivir hacia dentro de las casas, con patios y bonitos interiores que se protegían de miradas ajenas con muros y celosías. Por otra parte, la ética católica de la que bebemos, con su preocupación por el qué dirán y por mostrarnos siempre como personas de conducta irreprochable, habría animado a la adopción de elementos de desconexión visual con el exterior.

Por el contrario, la ética calvinista que impregnó numerosos países centroeuropeos propugnaba algo totalmente distinto: mostrar el interior de los hogares era signo de no tener nada que ocultar y de que quien vivíe en ellos era gente honesta.