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Los iconos del Messenger.

Los iconos del Messenger. / EL PERIÓDICO

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Hoy en día no hay prácticamente nadie que no tenga descargada la aplicación WhatsApp en su smartphone. Pero antes de que esta plataforma llegara a nuestras vidas, ya existía una aplicación de mensajería instantánea que revolucionó por completo la forma en que nos comunicábamos: hablamos de Microsoft Messenger.

A finales de los años 90, una nueva aplicación apareció en un contexto marcado por la invención de Internet y lo que ello supuso. En aquellos momentos, la única red social disponible era el teléfono fijo que estaba presente en todas las casas. Sin embargo, esta nueva plataforma lo cambió todo.

No fue un camino fácil

Inicialmente, Messenger tuvo dificultades para conseguir captar a los usuarios y estuvo muy cerca de ser relegada a un uso corporativo. No fue hasta el 15 de octubre de 1999 que la aplicación experimentó una avalancha de usuarios debido al boca a boca sobre sus múltiples innovaciones, que consiguieron conquistar a todo el mundo. Los emoticonos, los estados personalizados, las fotos de perfil o la opción de bloquear a otras personas hizo de esta aplicación un hito de la comunicación virtual.

Sin embargo, el elemento más característico de Messenger era su 'zumbido', un aviso en forma de tono que se utilizaba para llamar la atención de los usuarios cuando no respondían a los mensajes.

A lo largo de 14 años, Microsoft Messenger reinó entre las aplicaciones de mensajería, hasta que el 8 de abril de 2013, la empresa creadora se fusionó con Skype, lo que marcó el final de su rotundo éxito. Aun así, no se puede negar que la transición de los ordenadores de escritorio a los dispositivos móviles fue también uno de los factores que determinaron su desaparición. A pesar de ello, Messenger dejó una huella muy importante en el mundo virtual que años después recogió WhatsApp.