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Qué pasa si te bebes una lata de refresco antes de lavarla: lo dicen los expertos

Las latas pasan por un largo proceso de transporte, almacenamiento y manipulación, y pueden estar expuestas a todo tipo de suciedad, polvo, bacterias o incluso roedores

Latas de bebida.

Latas de bebida. / FDV

Alexandra Costa

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Seguramente, muchas veces te has preguntado si es necesario limpiar las latas de refresco o cerveza antes de beber de ellas. Después de todo, estas latas han pasado por un largo proceso de transporte, almacenamiento y manipulación, y pueden estar expuestas a todo tipo de suciedad, polvo, bacterias o incluso roedores. ¿Qué riesgos puede tener beber directamente de una lata sin lavarla previamente?

En este artículo, vamos a analizar los posibles peligros de consumir bebidas enlatadas sin limpiarlas, y te daremos algunos consejos para evitarlos. También veremos si hay alguna diferencia entre las latas de refresco y las de cerveza, y si el tipo de material o el diseño de la lata influye en la higiene.

¿Qué puede haber en la superficie de una lata?

Las latas de refresco o cerveza están hechas de aluminio o acero, dos metales que son resistentes a la corrosión y que mantienen el contenido de la lata aislado del exterior. Sin embargo, esto no significa que la superficie de la lata sea totalmente estéril. De hecho, hay varios factores que pueden contaminarla con sustancias indeseables, como:

  • El proceso de fabricación y envasado: aunque las latas se someten a un control de calidad y se limpian antes de llenarlas con la bebida, pueden quedar restos de lubricantes, pinturas o adhesivos que se usan en la producción.
  • El transporte y el almacenamiento: las latas viajan desde la fábrica hasta los puntos de venta en camiones, contenedores o palets, donde pueden estar expuestas a cambios de temperatura, humedad, suciedad o insectos. Además, pueden sufrir golpes o rasguños que dañen el recubrimiento protector de la lata.
  • La manipulación y el consumo: las latas pueden ser tocadas por muchas personas antes de llegar al consumidor final, desde los trabajadores que las cargan y descargan, hasta los empleados y clientes de los supermercados, bares o máquinas expendedoras. Estas personas pueden transmitir gérmenes o suciedad a la lata con sus manos, uñas o saliva. También pueden contaminarla con sustancias químicas como perfumes, cremas o maquillaje.

Por lo tanto, sí, es recomendable limpiarlas siempre antes de consumirlas. Basta con darles un agua debajo del grifo o pasar un paño o papel limpio por la parte donde se bebe. De esta forma, te asegurarás de que no hay ningún elemento contaminado y evitarás un posible riesgo para tu salud.