El yogur del futuro es más sostenible y aún más saludable

Desde un enfoque holístico y con el fin de cuidar la salud de las familias y la del planeta. Así va a rediseñar Danone la categoria en la que es líder y pionero desde hace más de un siglo. Con la innovación alimentaria implícita en el ADN de la marca, Danone presenta una estrategia integral que abarca todo el proceso de creación del yogur, desde la granja hasta la mesa. ¿Su objetivo principal? Dar respuesta a la creciente demanda de los consumidores, cada vez más preocupados por lo que comen y por el impacto que estas elecciones tienen en el medioambiente. Basada en cinco claves principales, la ambiciosa hoja de ruta que establece la compañía demuestra que es posible seguir ofreciendo un producto de calidad, en el que ya confían generaciones de consumidores, todavía más saludable y, además, proteger el planeta.

El futuro, una tarea de todos

Cuidar de la salud y cuidar del planeta son por tanto dos firmes compromisos de Danone. Decir que son los ‘yogures de toda la vida’ es quedarse corto. La realidad es que la compañía lleva más de 100 años alimentando y aportando salud desde la alimentación al mayor número de personas posible, en todas las etapas de su vida. A este propósito, Danone suma la apuesta por una estrategia de sostenibilidad integrada.

Cuidar a las personas para cuidar a las familias de hoy y del mañana; un leitmotiv con el que Danone busca dar respuesta a las necesidades de la sociedad y el planeta. El fin de la marca es viajar hacia una visión holística del modelo alimentario que tenga en cuenta, por igual, los aspectos nutricionales y la sostenibilidad en toda su cadena de valor.

Poca duda cabe que el cambio tiene que abarcar todo el proceso y que empieza en el origen: el campo, las granjas. Cuanto mejor estén las vacas y mejor sea su alimentación, más nutritivo será el yogur. 

“En Danone queremos aportar salud a través de la alimentación al mayor número de personas posibles y estamos convencidos de que no podemos crear alimentos saludables si su entorno no lo es, por ello la sostenibilidad es uno de los pilares de nuestro negocio”, dice Silvia Canals, directora de Sostenibilidad en Danone Iberia. 

Con el objetivo de liderar la transición de la industria láctea hacia un modelo más sostenible y aún más saludable, la compañía lleva más de 10 años transformando el modelo agroganadero para garantizar la sostenibilidad del campo desde un triple impacto sostenible, económico y social. Un proceso que empieza por las granjas, de las que proviene la mayoría de las emisiones, un 70%.

Esta estrategia pionera funciona y está dando sus frutos. Para darse cuenta no hay más que mirar sus cifras. En los últimos 5 años, Danone ha conseguido reducir sus emisiones de CO2 procedentes de la leche en un -20% gracias a la gestión del estiércol, la implantación de una agricultura regenerativa y la alimentación y bienestar animal. El objetivo a 2030 es reducir hasta un 37% las emisiones procedentes de la leche.

Este camino ha llevado a Danone a convertirse en la primera empresa de alimentación con planes de reducción de gases de efecto invernadero aprobados por SBTi. Además de ser la primera y única empresa de alimentación con un compromiso de metano alineado con el Global Methane Pledge de la COP26.

More Holstein: ejemplo de compromiso

Ejemplo de este compromiso es la certificación de More Holstein, granja valenciana con la que Danone colabora desde hace más de 43 años, como primera ganadería B Corp de Europa por su compromiso social y medioambiental. Esta prestigiosa categoría se concede a las empresas que cumplen con rigurosos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad legal, tras una evaluación que abarca el impacto positivo que cada compañía genera en los trabajadores, la comunidad, el medio ambiente y los clientes. More Holstein basa su actividad en cinco pilares fundamentales: la gestión de los recursos hídricos y el seguimiento de la cuenca local, con un 34% menos de consumo que la media del resto de granjas; la disminución de la huella de carbono, registrando un -26% desde 2018; la salud del suelo; el cuidado de la biodiversidad del entorno y el bienestar animal.

Diseñando el yogur del futuro

El rediseño de la categoría va mucho más allá de las granjas. En Danone son conscientes de ello, por eso han desarrollado una estrategia de futuro que se basa en cinco puntos clave que recorren toda la cadena de valor y que establecen cómo será la categoría del yogur en los próximos años.

• Granjas con menos emisiones de CO₂. Granjas familiares que, como More Holstein, apuestan por el bienestar animal, por una alimentación de proximidad que promueve un uso responsable de los recursos, y contribuye a reducir el desperdicio de la industria alimentaria. Granaderías que apuestan por la digitalización y el uso de técnicas pioneras de agricultura regenerativa, cuidando la salud del suelo y contribuyendo a la economía circular.
• Nuevos modelos de envasado. Envases 100% reciclables, reutilizables o compostables, minimizando el empleo de plástico virgen.
• 100% energía renovable. Apostando no sólo en el origen, sino en toda la cadena de producción.
• Residuo cero. Minimizando el desperdicio en toda la cadena de valor, gracias a la apuesta tecnológica y al proceso de transformación sostenible que Danone lleva años impulsando, desde sus granjas hasta toda la cadena de producción, para llegar a los hogares españoles.
• Nutrientes esenciales con la máxima calidad. El yogur del futuro debe seguir ofreciendo beneficios a la salud de forma positiva, convirtiéndose en un vehículo de probióticos, versátil, con proteínas de la máxima calidad y fuente de calcio. Para seguir poniendo en valor este compromiso, Danone continuará invirtiendo en innovación para contribuir al máximo a mejorar la salud de la población.

Un trabajo de co-creación

Esta transformación del sector es cosa de todos, por eso el año pasado la compañía impulsó, junto a otros agentes clave, el ‘Informe BACA, por un sector lácteo BAjo en CArbono’, que sentó las bases estratégicas para todos los actores involucrados en la producción láctea, y en favor de un ecosistema común a toda la industria que acelere la transición.