Este es el principal motivo por el que las sábanas se te ponen siempre amarillas: es esencial que sigas este truco

Las idílicas sábanas blancas son un sueño convertido en pesadilla. Aunque los entendidos del Feng Shui -la filosofía de origen chino que se usa en la decoración de interiores para atraer la energía positiva- aseguran que el blanco es el mejor color para dormir en paz, las dificultades en su cuidado pueden generar algún que otro quebradero de cabeza.

Conseguir que las sábanas permanezcan blancas con el paso del tiempo y los lavados es uno de los retos más complicados en cuanto a tareas del hogar se refiere. Es por ello que muchas personas acaban rindiéndose y pasándose a otro color más oscuro y sencillo de mantener.

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¿Por qué amarillean? Esto es lo que haces mal

Si no quieres tirar la toalla y seguir luchando para que tu habitación parezca la de un hotel balneario de lujo, debes de conocer algunos de los mejores trucos para este mantenimiento. Pero para aplicar estas técnicas de preservación del color, debes detectar qué estás haciendo mal para que tus sábanas pierdan su tono y acaben amarilleando. Para ello, se deben seguir estos consejos:

• Desmanchar correctamente si hay alguna mancha visible con amoniaco, desengrasante o productos enzimáticos. Comprobar si hay manchas y tratarlas previamente, antes del lavado.
• Lavar a 50 °C para facilitar la acción del detergente y los blanqueantes: utilizar el programa y temperatura adecuados porque, si se usa un programa excesivamente corto, sin apenas aclarados, los detergentes permanecen en los tejidos, dando lugar a manchas amarillas o marrones.
• Tipo de detergente y dosis correcta: si se ha desmanchado previamente, se debe reducir la cantidad.
• Aplicar la cantidad de suavizante justa o nula, ya que el exceso puede producir manchas.
• No aplicar lejía, que puede quemar el algodón.
• No cargar excesivamente la lavadora de peso.

Rutina de mantenimiento

Además de tener en cuenta todos esos pasos, con los que se deberían de ahorrar las manchas, se debe de seguir una rutina para mantener el blanco. Empezando, evidentemente, por lavar recurrentemente las sábanas, y siguiendo por los siguientes trucos:

• Una vez al mes, incorporar azulete, un blanqueante óptico formado por unas sustancias que absorben la luz UV y emiten la luz visible azulada, obteniendo la sensación de blancura.
• Comprobar si salen limpias de la lavadora. Si no es así, desmanchar de nuevo.

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El truco por si ya están manchadas

Si estas indicaciones llegan demasiado tarde y la sábana ya está manchada, no te preocupes, porque aún hay remedio. Se trata del clásico y funcional consejo de las abuelas: aplicar jabón de pastilla en las manchas. Al llevar sosa cáustica, acaba con todo.

Una forma efectiva de llevarlo a cabo es dejándolo en reposo una hora y, después, aclarar de forma contundente. Finalmente, dejar secar al sol.