El trucazo para que tu ventilador de casa eche más frío y no tengas que comparte un aire acondicionado

La llegada del verano dispara los termómetros de todo nuestro país. Las altas temperaturas suelen ser muy desagradables en el caso de no disponer de aire acondicionado en casa, especialmente durante las noches. Es por eso que muchos optan por la opción del ventilador, más accesible y económica. Sin embargo, su efecto no es tan potente como el del aire acondicionado, por lo que existen varios trucos para conseguir que el aire sea más frío.

Paso a paso

Uno de los más sencillos consiste en colocar un recipiente con hielo y sal justo enfrente del aire que sale del ventilador. Esto hará que la sal vaya derritiendo el hielo poca a poco, lo que permitirá que el viento esparza todas las partículas de hielo por toda la estancia, consiguiendo refrescar la casa.

Otro de los métodos más infalibles requiere de dos botellas vacías y cerradas, por ejemplo las de un refresco de cola. Para que este truco funcione, es necesario cortar la botella por abajo, en su circunferencia, como si abrieras una tapa, pero sin quitarla del todo. A continuación, se deben hacer algunos agujeros por toda la botella.

Acto seguido, es fundamental colgarlas en la parte trasera del ventilador, con la boca hacia abajo; utilizando unos alambres, por ejemplo. Finalmente, se introducen algunos cubitos de hielo en las botellas, por las aberturas realizadas con anterioridad. De este modo, el frío que desprenden los hielos será expulsado a través del aire del ventilador.

No son del todo beneficiosos

Sin embargo, es cierto que los ventiladores eléctricos pueden ser perjudiciales para la salud y no son recomendables cuando hay un clima cálido y seco y con un índice de calor relativamente bajo. Sin embargo, en un clima cálido, pero muy húmedo, con un índice de calor mucho más alto, los ventiladores reducen la temperatura central y la tensión cardiovascular y mejoran la comodidad, según un breve informe de investigación que publica la revista 'Annals of Internal Medicine'.

Investigadores de la Universidad de Sídney (Australia) reclutaron voluntarios en el campus para examinar el efecto del uso de ventiladores eléctricos sobre la tensión térmica (temperatura rectal), la tensión cardiovascular (frecuencia cardíaca y presión arterial), el riesgo de deshidratación (tasa de sudoración de todo el cuerpo) y la comodidad térmica.

Los voluntarios fueron monitorizados durante una exposición de dos horas a condiciones pico simuladas de dos tipos de olas de calor: una que estaba muy caliente y seca (imitando las condiciones pico de la ola de calor de California en julio de 2018 y la ola de calor de Ahmedabad en mayo de 2018) y una que fue más fresca pero más húmeda y con un índice de calor más alto (que representa las condiciones pico informadas durante la ola de calor de Chicago en julio de 1995 y la ola de calor de Shanghái en julio de 2017).

Temperaturas de 56ºC

Los investigadores encontraron que en condiciones cálidas y húmedas con un índice de calor de 56 °C, los ventiladores redujeron la temperatura central y la tensión cardiovascular, y mejoraron el confort térmico. Sin embargo, los ventiladores fueron perjudiciales en condiciones muy calurosas y secas, a pesar de un índice de calor menor de 46 °C.

Según los investigadores, estos hallazgos resaltan los problemas que pueden surgir cuando los valores del índice de calor se utilizan para recomendar el uso del ventilador durante las olas de calor, como lo hace actualmente la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

La efectividad de los ventiladores depende del clima, pero la dependencia del clima no se capta adecuadamente por los valores del índice de calor. 

Los ventiladores pueden ser una alternativa más barata y más accesible al aire acondicionado para algunas personas, como las que viven en partes de los Estados Unidos que tienen mayor humedad, o en el sudeste de Asia, América del Sur y Europa, donde las temperaturas rara vez superan los 40 °C pero acompañado de humedad moderadamente alta.