Trucos

Así conseguirás cortar el pastel sin dejarte la mitad en el cuchillo

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Una tarta de queso de Jon Cake para Sant Joan.

Una tarta de queso de Jon Cake para Sant Joan. / Jon Cake

Alba Aguilera

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Ya sea porque hemos pasado horas preparando una deliciosa tarta o porque hemos invertido dinero en ella, puede llegar a resultar muy desagradable ver cuál es su pinta inicial y cómo empeora al pasarlo al plato. Una buena presentación puede mejorar notablemente la satisfacción del consumo del producto final, pero cortar con precisión una tarta no es siempre tarea fácil.

Hay varios pasos que los expertos pasteleros no se saltan a la hora de emplatar sus creaciones, prestando atención tanto al tipo de cuchillo seleccionado para efectuar el corte como a la temperatura ideal según el tipo de tarta. Te contamos los trucos que debes saber para mejorar la presentación en tu próxima celebración.

Adiós al horno: la tarta de chocolate de la abuela que puedes preparar sin electrodoméstico

Adiós al horno: la tarta de chocolate de la abuela que puedes preparar sin electrodoméstico / EPE

La importancia del cuchillo

El corte es el momento más delicado de todo el proceso de emplatado, por lo que la elección del cuchillo es uno de los pasos fundamentales para conseguir el resultado más impoluto posible. Hay dos tipos de cuchillos que deben de aplicarse a esta técnica, cada uno de los cuales es indicado para un tipo de tarta distinta.

Para aquellos pasteles más cremosos, como podría ser la tarta de queso, lo mejor será optar por un cuchillo tipo cebollero de hoja ancha y estable. En este caso, el corte deberá efectuarse de una sola vez y acompañando con la fuerza de la otra mano presionando hacia abajo.

El segundo caso es para las tartas con base de bizcocho, por ejemplo, la tarta de zanahoria. En esta ocasión, será mucho más sencillo emplear un cuchillo largo de sierra y el proceso de corte será algo más elaborado: presionando con suavidad hacia abajo y efectuando a la vez movimientos hacia adelante y hacia atrás hasta tocar el fondo.

Calentar y limpiar el cuchillo

Por último, se deberá tener en cuenta que, entre cada uno de los cortes que se lleven a cabo, el cuchillo en cuestión se debe limpiar con agua caliente. Primero, porque así se desprenden los restos de pastel del corte anterior. Y segundo, porque dicha temperatura facilitará el deslizamiento del cubierto en la tarta.

Una porción de tarta de queso y turrón.

Una porción de tarta de queso y turrón. / Shutterstock

Temperatura de la tarta

Eso sí, nada de esto funcionará si la tarta no ha adquirido la temperatura adecuada, que es entre temperatura ambiente y un toque de frío. Si se compra congelada, se debe dejar en la nevera hasta llegar a su punto, y si se compra refrigerada (es decir, de nevera), ya se encuentra en su temperatura ideal.

Pero si se trata de una preparación que hemos llevado a cabo desde casa, hay dos pautas para saber cuánto rato se debe dejar dicho pastel en la nevera: si hablamos de una tarta hecha a base de bizcocho, con enfriarla unos 15 minutos antes del corte será suficiente; pero si es el caso de una preparación más cremosa, sería ideal que pudiera reposar en la nevera al menos 4 horas antes de cortarla.