Alerta

Cuidado con estas naranjas y pimientos: ordenan su retirada por poner en riesgo la salud

Qué es la listeriosis, que ha provocado la alerta sanitaria en lotes de embutidos españoles

Archivo - Naranjas.

Archivo - Naranjas. / PALMANARANJA - Archivo

Alexandra Costa

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El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rapid Alert System for Food and Feed, RASFF) ha comunicado el rechazo de la importación de naranjas de Egipto y de pimientos de Marruecos, por encontrar en ellos un alto contenido de residuos de Clorpirifos.

La notificación avisa de la detección de Clorpirifos y Fenazaquina en pimientos dulces cultivados en Marruecos y que han sido localizados en los controles fronterizos en España. Esta detección se ha producido en los controles rutinarios que se realizan en la frontera.

La RASFF ha calificado la alerta como un riesgo muy grave, pero no ha especificado qué peligros o síntomas se asocian a la toxicidad de estos pesticidas.

Según el Rasff, las autoridades sanitarias han detectado la presencia de clorpirifós en unas naranjas de Egipto, y que iban a ser distribuidas por distintos establecimientos de nuestro país.

Tal y como se advierte en la alerta publicada a nivel europeo, la presencia de este insecticida en la popular fruta fue detectada en un "control oficial en el mercado". Así, el Rasff ha calificado el riesgo como "grave" y ha ordenado "informar a los destinatarios" del incidente que podría poner en riesgo la salud de la población.

La Comisión Europea prohíbe desde el año 2020 el uso tanto del clorpirifos como del metil-clorpirifos como pesticidas. La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos establece que el clorpirifos es "un insecticida organofosforado de amplio uso en las viviendas y en la agricultura". Se usaba para controlar plagas de cucarachas o pulgas, así como también en algunos collares repelentes para perros.

Entre los síntomas de una exposición a corto plazo y en cantidades de escasos miligramos al clorpirifos se cuentan los "mareos, fatiga, secreción nasal, lagrimeo, salivación, náusea, molestia intestinal, sudor y cambios en el ritmo cardíaco". Sin embargo, a niveles más elevados, la persona expuesta puede sufrir "parálisis, convulsiones, desmayos y hasta la muerte".