Pesca deportiva

Un pescador captura 'El monstruo del Ebro': 85 kilos y 2,3 metros

El esturión vuelve a nadar por el Ebro medio siglo después de su extinción

El duraznillo, planta invasora, empieza a apoderarse del río Ebro

Un siluro.

Un siluro. / Archivo

Alba Aguilera

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En 1947, un pescador alemán liberó miles de crías de siluro en el río Ebro con la idea era capturarlas tiempo después. Ahora, este pez gigante, también conocido como pez-gato -debido a sus barbillones peribucales (el bigote que recuerda al felino)-, es una de las especies acuáticas consideradas invasoras. Aun así, su impresionante tamaño y peso lo han convertido en una de las variedades de peces más difíciles de pescar.

El monstruo del Ebro

Este marzo, un pescador de Palencia ha conseguido capturar uno de esos siluros en el río Ebro. Un ejemplar de 85 kilos que supera los 2 metros de longitud (concretamente 2,3 metros), unas medidas impactantes aunque no suficientes para superar el actual récord de España, fijado en 2,67 metros y 120 kilos. Aun así, los medios ya lo han bautizado como 'El monstruo del Ebro'.

Lo han devuelto al río

"El que quiera peces que se moje el culo. Descenso extremo con una riada de las que cortan la respiración", añadía Luis Miguel González, el palentino que ha protagonizado la captura, en el pie de la fotografía de Instagram donde posa junto al siluro.

En la pesca ha participado un grupo de cuatro amigos que disfrutan de la pesca deportiva y que se hacen llamar Foto y al agua en las redes sociales. Un nombre muy afín a su método, que consiste en capturar los ejemplares y, después de una foto para recordar, los devuelven a su hábitat. "Así cualquier otro pescador que vaya puede volverlo a coger", ha asegurado González en una entrevista para Antena 3 Deportes.

"Estos peces es una pasada la fuerza que tienen", explica el palentino, mientras recuerda que pasó luchando contra él "cerca de media hora". Una pesca que no ha sido nada fácil, pero que el grupo de aficionados sabía muy bien cuándo efectuarla: aprovecharon una crecida del Ebro, unas condiciones en las que los siluros abandonan el fondo del río y "se orillan un poco para buscar cobijo y comida", apunta González en la entrevista.

Una captura que ha tenido eco tanto en los medios como en redes, y que ha dado a conocer a este grupo de aficionados que acumulan más de 500 publicaciones en redes en algo menos de 6 años, en las cuales muestran tal detalle sus impactantes capturas marinas: "Este tipo de cosas son las que hacen que cada jornada mantenga la motivación a tope, nunca sabes cuándo puede ser el lance en el que se arranque. Mi consejo es que siempre debemos intentar estar preparados, sea cual sea el momento, cuando estás en el río correcto, da igual la época, siempre cabe la posibilidad, por remota que sea. Y como siempre Foto y al Agua", añadieron después del gran acontecimiento en marzo.