Esta es la manera para conservar más tiempo el pollo en tu nevera sin que se eche a perder

El pollo, como otros productos cárnicos frescos, tiende a sufrir un rápido deterioro al quedar expuesto una vez abierto el envase. Sin embargo, existe una manera adecuada para almacenarlo en la nevera, tanto crudo como cocido, y conseguir conservarlo en buen estado durante más tiempo.

Así pues, a continuación puedes encontrar algunas recomendaciones muy útiles de cara a evitar que el pollo se eche a perder y eso suponga un malbaratamiento de comida o el riesgo de sufrir intoxicaciones si se ingiere.

Temperatura máxima y duración

El primer paso básico para que el pollo no se ponga malo es depositarlo en el frigorífico lo antes posible tras comprarlo en un supermercado, y siempre dentro de un recipiente. Asimismo, es aconsejable situarlo en los estantes inferiores, nunca en contacto con otros alimentos, ya que el jugo que suelta podría contaminarlos. La temperatura de refrigeración debe estar siempre a cuatro grados o por debajo, nunca por encima, ya que podría dar pie a la proliferación de bacterias que aceleren el deterioro de la carne o, simplemente, esta se pudra.

En cuanto al tiempo que puede mantenerse en la nevera, este varía según el tipo de carne. En el caso del pollo y las aves de corral en general, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estima que el lapso de tiempo seguro para conservar el producto en refrigeración es de entre uno y dos días. Así pues, en caso de no consumir la carne antes de las 48 horas desde que se depositó en la nevera, la mejor opción será congelarlo.

Por otro lado, el pollo cocido puede mantenerse en el frigorífico algo más de tiempo, concretamente entre tres y cuatro días. En dicho caso, es recomendable meter las porciones de pollo en un envase hermético. De nuevo, si se supera el período de tiempo mencionado, tendrá que meterse el pollo en el congelador si no se quiere echar a perder.