El truco de Tik Tok para quitar el óxido del metal

Las viviendas están llenas de elementos de acero u otras aleaciones, objetos que en su mayoría suelen estar cromados. Estamos hablando por ejemplo de grifos, ollas o asas de armarios o neveras.

Rasparlos para eliminar la cal y el óxido no suele ser buena idea, porque te arriesgas a rayarlos.

Otra opción es comprar productos para limpiarlos, pero no siempre resultan adecuados o pueden ser costosos.

Fórmula universal

Sin embargo, hay una fórmula para limpiar el óxido que sirve para casi todos los metales. Se trata de limpiar el objeto con agua corriente y, sin frotar, quitarle el polvo y ablandar la suciedad que pueda tener incrustada.

Posteriormente, se mezcla en un recipiente agua templada y vinagre a partes iguales. Y cuando se tiene el líquido, se pasa por encima con un paño suave, se deja actuar durante una media hora y se aclara con agua fría. Posteriormente, se seca con un paño limpio y suave que no deje restos.

En remojo

Otra opción es usar jabón neutro -de ph neutro- y agua destilada templada. El modus operandi es el mismo: dejar en remojo alrededor de media hora y secar posteriormente con cuidado.

Finalmente, el bicarbonato es otro gran aliado de limpieza, útil para muchas cosas; también para la limpieza del óxido. Se puede mezclar con agua y poner la mezcla en los objetos, dejándolos actuar toda la noche. Al día siguiente, se cepilla con agua y se frota hasta que el óxido se vaya eliminando. Es una buena opción para elementos de metal de menor tamaño como herramientas, por ejemplo.

También hay utensilios u otros objetos de cocina que se pueden limpiar con bicarbonato y agua oxigenada. Si en la sartén o algún otro utensilio de cocina comienza a aparecer óxido, se aplica una pasta con bicarbonato y unas gotas de agua oxigenada. Se cubre con un poco de plástico y de deja reposar media hora. Luego, se limpia todo con un paño de microfibra y se aclara bien.

Pero hay un truco que triunfa en Tik Tok y que es perfecto para quitar ese óxido de forma fácil, sencilla y sin frotar ni rayar nada. Se trata de un truco que, además, es muy barato: consiste en coger un limón, partirlo por la mitad y echarle bicarbonato. Con esa pasta, se frota la superficie a desoxidar y