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Persona conduciendo coche

Persona conduciendo coche / Pexels

Luis Alloza

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Una distracción al volante puede desembocar en un accidente de tráfico de consecuencias fatales. Una falta de atención, por muy pequeña que sea, puede poner en riesgo la vida del propio conductor y del resto de personas que se encuentran en las carreteras.

La Dirección General de Tráfico (DGT) está muy pendiente de estas situaciones, en las que un pequeño intervalo de tiempo puede ser decisivo. Desde esta institución estiman que las distracciones causan más del 30% de los accidentes.

Utilizar un GPS o el teléfono móvil, fumar teniendo una mano ocupada, maquillarse antes de ir al trabajo o a un acto, o comer y beber mientras se conduce son algunas de las acciones que más faltas de atención provocan en las carreteras.

"El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía", explica el artículo 18 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial.

Cuidado con beber o comer dentro del coche

La Guardia Civil podría dar el alto a un conductor que se encuentra comiendo o bebiendo mientras conduce un vehículo, ya que estas maniobras dificultan conducir con seguridad, al no poder estar con las dos manos sobre el volante, lo que podría considerarse como una negligencia.

Las multas a las que se puede exponer un conductor por este tipo de conductas pueden variar dependiendo del tipo de infracción que consideren los agentes. Las leves tienen un coste de 80 euros, mientras que si el agente considera que se está generando peligro, la infracción podría ser más grave, llegando hasta los 200 euros.

Como sabrás, beber agua es una necesidad básica, por lo que sí que existe una forma de beber agua o comer algo en el coche sin recibir una sanción. Para realizar estas acciones, deberás estacionar en un lugar donde no te pongas en peligro ni pongas en peligro a nadie. Con el coche parado, podrás beber o comer algo sin exponerte a una sanción.