Adiós a circular con estos coches a partir del 1 de enero del 2025

Se acerca una fecha clave para la movilidad en España: el 1 de enero de 2025. A partir de ese día, millones de vehículos con motores de combustión, tanto diésel como gasolina, tendrán prohibido circular por las calles de las ciudades de más de 50.000 habitantes. Esta medida, impulsada por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, busca reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en las urbes españolas.

¿Qué coches se verán afectados?

La normativa afectará a todos aquellos vehículos que no dispongan de la etiqueta ambiental de la DGT. Esto incluye a:

• Turismos gasolina anteriores al año 2000 (anteriores a la normativa Euro 3).
• Turismos diésel anteriores al año 2006 (anteriores a la normativa Euro 4).
• Vehículos comerciales ligeros gasolina anteriores a 1994.
• Vehículos comerciales ligeros diésel anteriores a 1997.
• Motocicletas y ciclomotores anteriores al año 2000.

La lista completa de vehículos afectados se puede consultar en la página web de la DGT, donde se podrá introducir la matrícula del vehículo para comprobar su situación.

¿Cuáles son las alternativas?

Los conductores que posean un vehículo afectado por la normativa tienen varias opciones:

• Cambiar de coche: Adquirir un vehículo nuevo o de segunda mano que sí cumpla con las exigencias de la normativa y pueda obtener la etiqueta ambiental de la DGT (Cero, ECO o B).
• Adaptar el vehículo: En algunos casos, existe la posibilidad de adaptar el vehículo a las nuevas exigencias mediante la instalación de sistemas de propulsión alternativa, como kits de autogás (GLP) o gas natural comprimido (GNC). Sin embargo, esta opción no siempre es viable técnica o económicamente.
• Utilizar el transporte público o medios de transporte alternativos: El uso del transporte público, la bicicleta o los vehículos de movilidad personal (VMP) se presenta como una alternativa sostenible y económica para los desplazamientos urbanos.

Polémica y ayudas a la renovación

La medida no está exenta de polémica. Asociaciones de automovilistas y algunos sectores económicos alertan sobre el impacto económico que puede suponer para muchas familias la obligatoriedad de cambiar de vehículo. Argumentan que la medida afectará especialmente a las rentas más bajas, que no podrán permitirse la compra de un coche nuevo.

Por su parte, el Gobierno defiende la necesidad de la medida para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en las ciudades, lo que redundará en una mejor salud para todos. Para facilitar la transición, se han habilitado ayudas a la renovación del parque automovilístico, con subvenciones para la compra de vehículos menos contaminantes.

Se espera que la medida tenga un impacto significativo en el parque automovilístico español, acelerando la renovación de vehículos antiguos y contaminantes por otros más modernos y respetuosos con el medio ambiente. Queda por ver si las ayudas serán suficientes para evitar que la medida suponga una carga económica excesiva para las familias más desfavorecidas.