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Vuelve La Niña: así afectará este fenómeno asociado a huracanes y tormentas

Mario Picazo habla de La Niña y lo que nos depara: "Empiezan a extenderse"

Un niño lee sobre una casa en ruinas en mayo de 2008, tras el paso de un huracán, en Birmania.

Un niño lee sobre una casa en ruinas en mayo de 2008, tras el paso de un huracán, en Birmania. / Archivo / Afp

Ángel Guerrero

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El fenómeno meteorológico La Niña regresa al planeta y traerá un enfriamiento de las temperaturas generalizadas. Pero el impacto de este enfriamiento podría ser en promedio muy débil, según advierten los climatólogos.

El motivo es que las emisiones de gases de efecto invernadero han contribuido a aumentar las temperaturas una media de 1,2°C en comparación con las mediciones de finales del siglo XIX.

El calentamiento global hará que los efectos de La Niña no se noten tanto como se esperaba y, por tanto, el verano sea mucho más caluroso.

Inundaciones y sequías

El fenómeno de La Niña forma parte de un ciclo meteorológico llamado El Niño-oscilación del sur (Enos, o Enso, por sus siglas en inglés). Este ciclo está asociado a inundaciones, sequías y otras perturbaciones globales.

El año pasado se llegaron a romper récords de calor debido a la combinación del periodo de calor El Niño y el calentamiento global. Este verano, según el Enos, se pronostica la llegada del fenómeno meteorológico La Niña, aunque no traerá el enfriamiento esperado.

El Niño se refiere al fenómeno cíclico de calentamiento del agua en el centro y el este del océano Pacífico tropical, que influye en las precipitaciones, los vientos y las corrientes oceánicas, y hace subir el promedio de las temperaturas mundiales. Ocurre cada dos a siete años y generalmente dura de nueve a doce meses. El último El Niño, que comenzó en junio de 2023, se encuentra entre los cinco más intensos jamás registrados, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Aguas cálidas

En condiciones normales, los vientos alisios sobre el Pacífico soplan hacia el oeste a lo largo del ecuador, llevando las aguas cálidas de Sudamérica hacia Asia. Para reemplazarlas, el agua fría asciende desde las profundidades. Pero durante El Niño, estos vientos alisios se debilitan y el agua caliente regresa hacia América, alimentando un calentamiento adicional de la atmósfera y el desplazamiento de la corriente en chorro del Pacífico (o 'jet stream', que son vientos poderosos situados a la altura donde vuelan los aviones) hacia el sur. Este desplazamiento de la corriente en chorro generalmente provoca un clima más seco en el Sudeste Asiático, Australia, Sudáfrica y la región septentrional de Sudamérica y, por el contrario, provoca condiciones mucho más húmedas en el Cuerno de África y el sur de Estados Unidos.

El cambio climático influye en el ciclo Enos, pero su efecto aún es incierto, explica Michelle L'Heureux, especialista del fenómeno en la agencia meteorológica estadounidense NOAA. Las condiciones más secas o más húmedas provocadas por el Enos "pueden amplificarse" debido al calentamiento global, explica. En todo caso, ese aumento de las temperaturas mundiales sirve como una "ventana al futuro" del cambio climático: "Al dar un impulso temporal, el Enos ofrece un vistazo de cómo es un mundo más cálido", cuenta la meteoróloga.

Periodo neutro

Aunque El Niño se ha atenuado, los primeros cuatro meses de 2024 han continuado rompiendo récords de calor, lo cual no es una sorpresa, ya que su ciclo generalmente hace subir las temperaturas el año siguiente a su aparición. El Enos no funciona "como un interruptor", explica Michelle L'Heureux. "Se necesita un tiempo para que la circulación atmosférica mundial se adapte".

Según la OMM, hay una probabilidad del 50% de que el trimestre junio-agosto sea un periodo neutro, entre los dos ciclos. O bien sea precisamente el periodo en el que se inicie La Niña.

La Niña: huracanes y tormentas

El fenómeno La Niña se traduce en un enfriamiento del océano Pacífico oriental durante un períiodo de aproximadamente uno a tres años, produciendo los efectos inversos de El Niño en el clima mundial.

La Niña provoca condiciones generalmente más húmedas en algunas regiones de Australia, el Sudeste Asiático, India, el sudeste de África y el norte de Brasil, pero condiciones más secas en algunas regiones de Sudamérica.

Uno de los indicios más claros de llegada de La Niña es la intensificación de los huracanes y las tormentas tropicales en el Atlántico, al afectar el comportamiento de los vientos en esta parte del planeta.

La agencia estadounidense NOAA anticipa una temporada 2024 excepcional, con entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o superior.

"El planeta se está calentando"

Un posible regreso de La Niña desde el verano no es suficiente para alimentar la esperanza de un alivio rápido para regiones como el Sudeste Asiático, golpeadas ya desde esta primavera (boreal) por olas de calor extremo. "El planeta se está calentando y el Enos solo juega un papel secundario", insiste Michelle L'Heureux. "Incluso con el posible desarrollo de La Niña a partir de este año, todavía esperamos que 2024 se sitúe entre los cinco años más calurosos jamás medidos", asegura.