Lluvias irregulares

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Nubes frente a Barcelona, el 20 de septiembre del 2023

Nubes frente a Barcelona, el 20 de septiembre del 2023 / Alfons Puertas / Observatori Fabra / RACAB

Ángel Guerrero

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La península Ibérica lleva buena parte del otoño recibiendo un tren de borrascas atlánticas, algunas de ellas con especial incidencia (son las que acaban recibiendo nombre), y otras menos potentes.

Como consecuencia de la llegada de estas perturbaciones y de la cadena de frentes asociados, buena parte de la mitad occidental de la península ha recibido copiosas lluvias durante las últimas semanas. Las comunidades más afortunadas han sido Galicia (la región donde han caído buena parte de los chubascos y ha registrado algún récord de agua acumulada) y Asturias.

Esas mismas perturbaciones han llegado a Catalunya (o la han rozado), y apenas han causado chubascos. Solo en la vertiente sur del Pirineo se han registrado precipitaciones o nevadas de cierta consideración. En el resto, sobre todo en el litoral central y Barcelona han caído cuatro gotas mal contadas.

La pregunta es obligada. ¿Por qué los frentes que descargan tan generosamente en la vertiente atlántica apenas causan lluvia en Catalunya?

Y en Italia llueve

Los expertos señalan dos factores. El primero de ellos es que los frentes, al cruzar la península, van perdiendo fuerza y llegan muy desgastados en Catalunya. Es por ello que suelen descargar básicamente en las comarcas noroccidentales y pirenaicas. Curiosamente, esos mismos frentse que apenas han causado lluvia en Catalunya suelen recargarse con el calor del Mediterráneo y vuelven a descargar con fuerza en la costa occidental de Italia.

El segundo factor que tiene mucha influencia es la denominada dorsal anticiclónica. Se trata de la curva de altas presiones que presiona hacia el norte y evitan el paso de muchas de las bajas presiones provinientes del Atlántico.

Sea cual sea la causa, Catalunya sigue esperando un episodio general, extenso y prolongado de lluvias para salir de la grave situación de sequía.