Espectáculo en el cielo

Roberto Brasero llama la atención sobre las auroras boreales en el sur de Europa: "¡Al lado de Niza!"

"Noche loca de auroras"

El pico de actividad del Sol llegará antes y será más intenso de lo previsto

Las perturbaciones que llegan a la ionosfera de la Tierra, donde ocurren las auroras, pueden revelar explosiones, terremotos y erupciones volcánicas.

Las perturbaciones que llegan a la ionosfera de la Tierra, donde ocurren las auroras, pueden revelar explosiones, terremotos y erupciones volcánicas. / NASA/JPL.

Ángel Guerrero

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Este domingo por la noche, el espectáculo de las auroras boreales causado por tormentas solares, ha llegado a latitudes insólitas. El fenómeno ha ido mucho más allá de los países escandinavos donde es más habitual y ha podido verse en Francia y en Italia.

La situación ha llamado la atención de Roberto Brasero, el meteorólogo de Antena 3 y Onda Cero. Brasero ha compartido en las redes sociales las imágenes captadas en en Fréjus (Francia). "Se está viendo estos días la aurora boreal mucho más al sur de lo habitual: Esta localidad francesa ¡está al lado de Niza!", manifiesta Brasero.

Así se forman

Las auroras boreales se forman porque el Sol emite partículas cargadas, denominadas viento solar, que chocan contra la atmósfera de la Tierra de forma que se libera energía en forma de luz. Esas partículas tardan entre un día y medio y dos días en recorrer los 150 millones de kilómetros que separan el Sol hasta la Tierra.

Las tormentas solares geomagnéticas son fenómenos tan peculiares como asombrosos. Estos episodios, posteriores a la aparición de manchas solares, se originan por una mayor emisión de viento solar o por las eyecciones de 'masa coronal', nubes de plasma solar causadas por las llamaradas más grandes que despide el astro.

Aunque las llamaradas solares pueden ocurrir varias veces a lo largo de un mismo día, sus efectos apenas se notan en nuestro planeta. No obstante, si estas expulsiones gigantes del Sol son lo suficiente intensas, pueden producir alteraciones en la magnetosfera de la Tierra, lo cual puede dar lugar a interferencias en la comunicación mediante ondas de radio, sistemas de GPS y otros equipos.