FGC

El Cremallera de Montserrat estima un ahorro de más de 400 toneladas de emisiones de CO2 en un año

El 30% de los visitantes usan el transporte público para subir a la 'montaña mágica'

Montserrat vuelve a ser la excursión turística estrella fuera de Barcelona

Cremallera de Montserrat

Cremallera de Montserrat / Cedida

Clàudia Mas

Clàudia Mas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La montaña de Montserrat ofrece al visitante una singular combinación de naturaleza y espiritualidad que la convierten en un lugar único, al alcance de todos mediante modernas infraestructuras de transporte público (FGC y luego cremallera o teleférico). Su ‘fácil’ acceso atrae turistas, excursionistas y peregrinos quienes pueden optar por visitar la basílica con la célebre ‘Moreneta’, realizar una visita cultural al monasterio y su museo o, recorrer los senderos que discurren por las más de 500 agujas que forman la montaña mágica. 

En 2023, 2,17 millones de turistas visitaron el macizo de Monsterrat. Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), la compañía ferroviaria que promovió estas conexiones, estima que si todos los visitantes del año anterior hubieran utilizado el transporte público, se habrían ahorrado 400 toneladas de emisiones de CO2. 

Así, el director de FGC Turisme, Toni Sanmartí, expresa que el Cremallera y los Funiculares de Montserrat, englobados en la marca Turistren de FGC, están estrechamente vinculados a la estrategia de Ferrocarrils para “preservar el ecosistema, combatir la emergencia climática y respetar los entornos donde se ubican”.

Un 30%, con el Cremallera

Hace más de 20 años que Ferrocarrils puso de nuevo en marcha el emblemático Cremallera, en desuso por un accidente ocurrido en 1957. Desde entonces, el nuevo ferrocarril se ha convertido en una de las principales vías para llegar al recinto del Santuario de Montserrat, ya que permite acceder al Monasterio con transporte público de forma rápida y realizando un magnífico trayecto sorteando los muros de la montaña.

El Monasterio ha acogido 10 millones de usuarios desde su puesta en marcha. De cada año, los turistas que optan por utilizar este tren para subir a la montaña mágica representan el 30%.

Toni Santmartí manifestó, durante un encuentro con periodistas en Montserrat, que la mayoría de turistas que utilizan este transporte público son internacionales, muchos de ellos provenientes de Corea del Sur (esto se debe a que el 30% de la población coreana es católica), seguidos por los estadounidenses.

“Prácticamente, ni el turismo francés ni el español, que sí visita la montaña, utiliza el transporte público, ya que vienen a Catalunya en coche y utilizan transporte privado para desplazarse por el territorio”. 

Cremallera de Montserrat

Cremallera de Montserrat / Cedida

Lo secunda la responsable del área de negocio de FGC Turisme, Laura Vives, quien asegura que se debe cambiar la percepción del transporte público: “Se debería modificar el modelo de turismo y considerar que viajar en tren se convierta en toda una experiencia. Será un punto de inflexión cuando las familias logren hacer de ello una ‘aventura’, es decir, salir en tren desde casa para llegar a lo más profundo de la naturaleza”. En esta línea, Vives reflexiona que los niños prácticamente no viajan en transporte público: “La mayoría de usuarios lo utilizan porque deben ir al trabajo, pero no lo hacen por gusto”. Así, explica que uno de los desafíos de la compañía ferroviaria también es cambiar esta percepción.

¿Cómo funciona?

El tren Cremallera realiza un recorrido de cinco kilómetros, superando un desnivel de 600 metros en apenas 15 minutos. El trayecto comienza en la estación de Monistrol de Montserrat y llega hasta las inmediaciones del Santuario. Durante el trayecto, se pueden disfrutar de vistas de la cuenca del Llobregat y a la montaña.

El Cremallera fue inaugurado el 6 de octubre de 1892 por la compañía Ferrocarriles de Montaña a Grandes Pendientes, gracias al empresario catalán Josep M. González. Concretamente, el trayecto, que en su momento duraba 1 hora y 5 minutos. 

Asimismo, el ferrocarril de la montaña enlazaba su recorrido con los FGC Norte y permitía ir y volver de Montserrat desde Barcelona en un solo día. Este primer tren fue clausurado el 12 de mayo de 1957, a causa de un choque entre dos trenes, aunque las vías e instalaciones no fueron desmanteladas de forma definitiva hasta 1972, dejando tras ellas un camino por el que se subía a pie hasta el Monasterio. 

No fue hasta finales del siglo XX cuando la Generalitat de Catalunya se planteó la construcción de un nuevo y moderno cremallera que finalizó con su inauguración en 2023, cuando ya celebró su duodécimo aniversario.