Derrota ante Zverev

Nadal se marcha de Roland Garros sin confirmar que sea su última vez

El 14 veces campeón del torneo se despide ante Zverev con su primera derrota en primera ronda en 19 participaciones

"He estado muchísimos veces sin ver la luz, pero estoy en paz conmigo mismo", dice el balear, que anuncia su presencia en los Juegos Olímpicos de París

Nadal dice adiós al público en Roland Garros tras su derrota ante Zverev.

Nadal dice adiós al público en Roland Garros tras su derrota ante Zverev. / Afp

Jaume Pujol-Galceran

Jaume Pujol-Galceran

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Después de un último baile de más de 3 horas, Rafael Nadal se despidió de Roland Garros con una derrota, por primera vez en sus 19 participaciones, en una primera ronda ante Alexander Zverev por 6-3, 7-6 (7-5) y 6-3. Luchó en la pista, pero ante el número 4 no pudo aguantar el ritmo. Salió triste, pero orgulloso, anunciando que iba a volver en los Juegos Olímpicos de París este verano. No confirmó, en cambio, si será su última vez en Roland Garros o volverá en 2025.

"He estado muchísimos meses sin ver la luz y estoy en paz conmigo y satisfecho por todo lo conseguido para llegar aquí. Sobree si estaré el próximo año, no quiero engañar a nadie. Queda un año y mi cuerpo está como está, pero no me cierro la puerta. Lo que pueda pasar es una incógnita", decía minutos después de despedirse de su querido Roland Garros.

El sueño no fue posible. El reto era máximo. Era como un día de gran final y no de primera ronda como deparó el sorteo de Roland Garros. Fue recibido como el gran campeón que es y despedido de igual forma. La Philippe Chatrier explotó cuando el 'speaker' anunció la presentación de Nadal. La ovación del público casi apaga su voz. Los gritos de “¡Rafa!, Rafa!” resonaban en la central, cerrada por la tormenta de lluvia que caía en el exterior.

Todos volcados con el campeón de 14 títulos al que, minutos antes, se presentó cantando, uno a uno, desde el primero de 2005 hasta el último en 2022, todos sus títulos. Añadido a los éxitos del balear sus 22 Grand Slam, las 5 Copa Davis y los dos oros olímpicos, mientras Nadal escucha, vestido con camiseta y bambas color azul cielo de esperanza, listo para el último baile o el penúltimo, como se oía por los altavoces y después confirmó el mismo.

Jugar contra una estatua

 Zverev ya dijo que no saldría a jugar contra esa estatua suya que preside Roland Garros. La presión del ambiente la tenía asumida. Lo dijo tras saber que el sorteo le había emparejado con Nadal. "Entraré concentrado para enfrentarme al mejor Nadal", sabiendo que el español no está en su máximo nivel desde hace dos años por las lesiones y solo llevaba jugados ocho partidos en tierra este año.

Nadal empezó sacando. Su dejada chocó en la red. Ese primer punto y los tres siguientes cayeron para el alemán. No era el mejor inicio. El “¡Oh!” de decepción de los 15.000 espectadores resonó en unas gradas hasta la bandera. El primer ‘break point’ (15-40) para Nadal llegó pronto en en el cuarto juego. Trompetas y tambores para celebrarlo. Zverev aguantó la embestida de un rival, entonces fresco, para cambiar la situación con cuatro golpes ganadores incontestables, apoyado en su saque y su poderosa derecha.

Al ritmo del 'Bella ciao'

"¡Alexander!", gritó un espectador aprovechando el silencio del momento. Nadal sabía que le tocaba sufrir. Esta vez tenía los pronósticos en contra. Llegaba el momento a Nadal de darlo todo, "dispuesto a morir". “Vamos Rafa”, le animaban, pero Zverev mantuvo la ventaja (4-2, 5-3) y en el siguiente juego, al tercer ‘break point’, el tenista alemán acabó con la resistencia de Nadal para apuntarse la primera manga tras 50 minutos.

Nadal no se rendía. “Vamos, vamos”, le animaban desde su palco después de lograr su primer ‘break’ en el segundo set (2-3) para adelantarse 4-2. "He tenido mis opciones en ese momento, pero él ha jugado muy bien. Es el cuarto del mundo y venía de ganar en Roma", decía al final.

La central era una caldera. Sonaba el ‘Bella ciao, bella ciao’ en las gradas para animarle. Parecía que Nadal era francés. Adrenalina a tope para Nadal que se colocó 5-3. Zverev salvó la situación con su saque y con cuatro restos espectaculares igualaba el marcador con un nuevo ‘break’ (5-5),. El peor momento había pasado para el alemán que tras salvar dos 'break points' en el siguiente jueco con dos 'aces' incontestables.

Djokovic y Alcaraz, espectadores

La batalla se alargaba hasta el l ‘tie break’. Llegaba la hora de la verdad. Doce puntos a cara o cruz, a muerte. Y en el palco Novak Djokovic y Carlos Alcaraz viendo en directo la batalla.  La igualdad fue máxima (1-1, 2-2, 3-3) pero Zverev tomó ventaja de 5-3 para lograr el punto definitivo (7-5)que certificaba el segundo set .

Las caras del palco de Nadal reflejaban la imposibilidad de la ansiada proeza. Pero en la pista Nadal seguía su lucha, decidido a aguantar hasta que el cuerpo le dijera basta. Logró un nuevo 'break' (2-0) para empezar el tercer set. Pero el rostro sudoroso del 14 veces campeón en París mostraba cansancio. Resoplaba. Las baterías de su cuerpo empezaban a estar bajas. Sus golpes perdían fuerza, sus piernas ya estaban muy pesadas.

"Estoy satisfecho de como he jugado. He tenido opciones reales pero una casa no se construye en dos días. Este partido llegaba demasiado pronto. Pero es lo que hay por no ser cabeza de serie. Mis sensaciones eran buenas, me encontraba preparado y pienso que no estaba muy lejos de hacer algo importante", valoraba Nadal que en el tercer set se adelantó 2-0. No hubo mucho más. Zverev mantuvo su presión agobiante para igualsr el marcador y ja no dejar escapar la victoria, cuarta de 11 enfrentamientos en el circuito.

"No sé si será mi última vez aquí. No lo puedo asegurar al 100%"

Rafael Nadal

— Exnúmero 1 del mundo

El tenista alemán, respetuoso, le ofreció la mano en la red, mientras una ovación más acompañaba a Nadal . El alemán agradeció su carrera y marchó para dejar a Nadal que hablara en la pista entrevistado por el extenista francés Cedric Pioline. "Era dificil estar aquí, no estuve seguro de venir hasta el último momento", y anunciar que volverían a verle dentro de un par de meses en los Juegos Olímpicos anunciar su decisión de volver ", decía serio y tranquilo.

"Las condiciones no eran las mejores. Sabía que no estaba al 100%", decía mientras anunciaba que volverían a verle dentro de unos meses en Roland Garros dispuesto a jugar los Juegos Olímpicos de París. No aclaró, sin embargo, si ésta sería su última presencia en el Grand Slam de la tierra. "No sé si será mi última vez. No lo puedo asegurar al 100%", manifestó.

Días negros y orgullo máximo

Minutos después, en una sala de prensa abarrotada, Nadal dejaba en el aire su posible retorno a Roland Garros en 2025. "Eso está muy lejos. Un año es mucho tiempo. De verdad no se lo que haré. No os engaño. Nada es blanco o negro. En la vida real hay grises. Voy día a día. Mi cuerpo está como está", insistía.

Estar en Roland Garros este año ya era un gran premio a su trabajo en los "días negros que han sido muchos". Estaba orgulloso, no; lo siguiente. Igual que por sus 14 títulos. "Me parece algo inigualable, dificil imaginarlo. Seguro que cuando esto se acabe aún lo valoraré mucho más", decía. Roland Garros tenía preparado un homenaje pero Nadal pidió que no se lo hicieran. "Habrá tiempo para homenajes Mallorca no queda tan lejos de París".

Sinner empieza fuerte

Horas antes del duelo de Nadal y en la Suzanne Lenglen, la segunda central de Roland Garros, bajo el nuevo techo cubierto, Jannik Sinner debutó para deshacerse del estadounidense Eubanks en menos de dos horas por 6-3, 6-3 y 6-4. El italiano que se retiró en Madrid con problemas en la cadera y no jugó en Roma, se mostró implacable. 

Sinner, último campeón del Open de Australia y segundo cabeza de serie en París, dio la sensación de haber superado sus molestias para optar al título y, si lo consigue, desbancar a Novak Djokovic del número 1 mundial. El serbio debutará este martes "con las expectativas bajas, pero con muchas esperanzas", como dijo a su llegada a París. 

Entre los españoles que se estrenaron con Nadal, solo Cristina Bucsa superó la primera ronda al imponerse a la ucraniana Yulia Starodubteva (6-4, 6-1) mientras cayeron Sara Sorribes ante la canadiense Bianca Andrescu (7-5, 6-1) y Rebeka Masarova frente a la checa Marketa Vondrousova (6-1, 6-3). Este martes entrarán en juego Paula Badosa, Roberto Bautista, que se enfrentará a Jaume Munar,Alejandro Davidovich y Pablo Carreño, mientras el miércoles jugarán la segunda ronda Carlos Alcaraz y Pedro Martínez.