Tenis

Nadal extrema el reto de su vida: "Estoy tocado, pero quiero jugar en Roland Garros"

El tenista manacorense sufre una severa derrota ante el polaco Hubert Hurkacz por 6-1 y 6-3.

Nadal se desespera tras fallar un punto ante Hurkacz.

Nadal se desespera tras fallar un punto ante Hurkacz.

Jaume Pujol-Galceran

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La última derecha se escapó tan lejos como su ilusión. Rafael Nadal se despidió del Masters 1.000 de Roma con una severa derrota ante el polaco Hubert Hurkacz por 6-1 y 6-3. En 1 hora y 33 minutos terminó su paso por un torneo que el exnúnero 1 ha ganado en 10 ocasiones. Salió ovacionado del Foro Itálico, pero también serio y decepcionado.

Un duro golpe de realidad en sus aspiraciones de poder competir al máximo nivel en la que ha anunciado será su temporada de despedida. Y pese a la contundente derrota, Nadal está dispuesto a ir a París. "Aunque estoy tocado, quiero intentar estar listo para Roland Garros. Estar allí y pelear por las cosas por las que he peleado durante estos últimos 15 años", decía el exnúmero 1.

Roma no era el fin de la parada. El último baile espera en París y Nadal quiere bailarlo en la Philippe Chatrier, su patio de casa, el escenario en el que ha ganado 14 Grand Slams. "Hay dos caminos posibles: uno, pensar que no estoy preparado para competir en Roland Garros por lo que he hecho hoy, y que es un camino totalmente entendible y aceptable. Y el otro, que faltan dos semanas y vamos a hacer lo posible para cambiar la situación. Después ya veremos qué pasa. Aunque sea un momento difícil para mí, diría que frustrante en diferentes sentidos, en estos momentos me siento más cerca de intentarlo, esta es la verdad", insistió.

Una dura prueba

Sabía lo que podía pasar ante Hurkacz y lo tomaba como un examen más. "Tengo que probarme y forzar. Si me rompo, me rompo. Llega el momento de dar mi 100%. Este es el objetivo en Roma", destacó Nadal tras superar la primera ronda. Y Nadal lo intentó demostrar ante Hurkacz. Los primeros tres juegos fueron una batalla al máximo nivel, donde Nadal se lo dejó todo en la pista. Le pegó a la bola como en sus mejores días. Defendió cada punto al límite. Hurkacz necesitó 14 minutos y salvar cinco 'break points' antes de apuntarse su primer juego con su saque. Nadal le igualó el marcador tras salvar dos 'break points' y 12 minutos más de pelea en la central del Foro Itálico llena hasta la bandera.

Hurkacz, de 27 años y número 9 mundial, era buen examen para demostrarse que todavía puede competir como quiere antes de decidir si juega en Roland Garros. Nunca antes el tenista balear se había enfrentado al compatriota de la número 1 mundial, Iga Swiatek, admiradora de Nadal que, en el partido anterior, se había clasificado para cuartos de final al vencer a Yulia Puntintseva (6-3, 6-4). La tierra no es la mejor superficie para el cañonero polaco de 1,96 metros, aunque hace tres semanas ganó su primer título en Estoril de los ocho que tiene en su palmarés.

Un saque definitivo

El servicio del polaco ha sido su mejor arma para ganarse una plaza en el 'top ten'. En su carrera llevaba sumados, antes de Roma, 7.143 'aces', con un servicio en el que consigue ganar un 86% de sus juegos. Un poderoso saque que ante Nadal volvió a mostrar con tiros a 232 km/h y 9 'aces', con los que imponer su juego sobre Nadal. Lo hizo tras hacer el primer 'break' (3-1) y apuntarse el primer set sin ceder un juego más en 49 minutos.

El dominio de Hurkacz continuó en el segundo set. Nadal perdió el impulso inicial con el que había empezado el partido. Fue un duro golpe. De más a menos en una caída libre, sin recursos ni físico, para plantar cara al gigante polaco. Sus golpes quedaban cortos. Se estrellaban en la red o se salían de las líneas. Su cara de preocupación e impotencia no anunciaban nada bueno a su equipo en el palco que trataba de animarle.

Hurkacz siguió implacable sobre la pista, cada vez más seguro, paciente, convencido y aguantando desde el fondo de la pista, aprovechando su superioridad. Impecable en su servicio, solo cedió un punto de doble falta en sus últimos cuatro juegos de saque del segundo set, para cerrar el partido tras 1 hora y 33 minutos, después de que Nadal enviara fuera de las líneas de fondo una última derecha, en el primer 'match ball'.

"Enfrentarte a Rafa es algo muy especial, diferente, especialmente en tierra batida, superficie en la que ha dominado durante los últimos 20 años. Nadie tendrá un récord como Nadal en esta superficie. Estoy muy feliz de haber vivido esta experiencia", destacaba Hurkacz tras tener la oportunidad de enfrentarse a un tenista que fue su ídolo cuando él era niño y le veía triunfar en Roma y en Roland Garros.

Badosa, a octavos

En el torneo femenino, Paula Badosa se clasificó para los octavos de final, su mejor resultado en el último año y medio, perseguida por las lesiones desde su retirada con problemas en la espalda en Wimbledon. La tenista catalana, actualmente 126 mundial, remontó a la rusa Diana Schnaider por 5-7, 6-4 y 6-4 para colocarse a un paso de igualar los cuartos de final que logró en Roma el año pasado antes de sus lesiones.