Placas fotovoltaicas y calderas de biomasa para reducir la factura energética de 147 municipios de Barcelona

La Diputación de Barcelona aprobará este jueves una nueva inversión de 50 millones de euros que se enmarcarán en el proyecto Renovables 2030, plan que finalmente tendrá un presupuesto de 120 millones y que revertirá en generar energía renovable en 147 municipios de toda la provincia. El diputado de Acció Climàtica de la Diputación, Xesco Gomar, se ha referido a este plan de choque como la primera "implantación masiva de energía pública" en Catalunya, a la vez que ha reivindicado la determinación de la entidad al fijar los presupuestos. "Si una institución pública pretende cumplir una propuesta, tiene que demostrarlo mediante presupuestos, lo demás es palabrería", ha afirmado.

En energía renovable, Catalunya va por detrás del grueso de comunidades autónomas (17% respecto al 46,7% en el resto de España). En este contexto, el proyecto de la Diputación se dispone a impulsar las instalaciones fotovoltaicas y centrales de calderas de biomasa, además de renovar el alumbrado, una experiencia que ya se está llevando a cabo en municipios como Centelles (Osona) y Cercs (Berguedà).

Cuando se haya desplegado, tendrá un impacto de 35 millones de euros de ahorro en las arcas municipales del conjunto de municipios que se beneficien. A la vez, las medidas permitirán reducir la emisión de unas 50.000 toneladas de dióxido de carbono anuales y generar energía equivalente al consumo de 15.100 hogares.

"Pasamos de asesorar a invertir en proyectos, con 120 millones de euros que se centran en tres líneas de actuación, la instalación de placas fotovoltaicas, de calderas de biomasa y la renovación del alumbrado público, lo que supondrá un ahorro en la factura de 35 millones de euros", ha subrayado Gomar.

Acelerar la implementación

"Esta es la primera implementación masiva de sistemas de energías renovables, muchos proyectos ya están adjudicados y otros ya se están ejecutando, lo que hará acelerar la implementación", añade Gomar.

Está previsto que los 120 millones del presupuesto reviertan en 259 actuaciones en el territorio. De estas, la mayoría, 149, corresponden a proyectos de energía fotovoltaica, 63 de alumbrado público y 44 de calderas de biomasa.

La mayoría de los proyectos se ejecutarán durante el año 2023, si bien una parte ya se están desarrollando y otros no culminarán hasta 2024. Su implantación supondrá un aumento del 22% de la autosuficiencia energética de los consistorios que hayan presentado sus proyectos. Las ayudas alcanzarán el 1,5 millón de euros por municipio, independientemente de su extensión o población.

Madera

Las ayudas permitirán desarrollar acciones en municipios como Centelles, donde ya se han desarrollado proyectos en instalaciones locales. Esto beneficia a la piscina municipal, la escuela de adultos o el pabellón, que permitirá recortar la factura energética municipal en hasta un 60%.

En el Berguedà, la amplia presencia de zonas boscosas propicia la instalación de calderas de biomasa. En Cercs, este sistema permite calentar equipamientos públicos gracias a la madera de los bosques del entorno.

"La gestión del bosque permite, además, generar empleo", ha apuntado el alcalde de Cercs, Jesús Calderer, quien ha añadido, además, que el 66% del territorio catalán es masa forestal, pero que poca gente trabaja en él, lo que abre una ventana al incremento de ocupación en este ámbito. En la comarca se prevé llegar a contar con 13 calderas de biomasa que permitirán calentar hasta 24 equipamientos.

Comunidades energéticas

Otros municipios, como Caldes de Montbui (Vallès Oriental), ya han desarrollado sus propias comunidades energéticas a partir de la instalación de placas solares en equipamientos públicos, generando una reducción de la factura de los vecinos que se han adherido.