Química

Los libros de la era Victoriana podrían ser mortales

Los investigadores confirmaron niveles elevados de metales dañinos en más de 100 libros en circulación

Aunque los libros son antiguos, las sustancias venenosas aún pueden presentar riesgos graves para la salud de los lectores.

Aunque los libros son antiguos, las sustancias venenosas aún pueden presentar riesgos graves para la salud de los lectores. / Crédito: wal_172619 en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

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Una nueva investigación muestra que los libros de colores brillantes que datan de la época Victoriana contienen tintes con tóxicos y venenos químicos, que podrían dañar a los lectores. Estos libros antiguos y potencialmente mortales pueden estar aún disponibles en universidades, bibliotecas públicas y colecciones privadas.

Científicos de la Universidad de Lipscomb, en Estados Unidos, presentaron recientemente un nuevo estudio en la reunión de otoño de la American Chemical Society 2024 (ACS) que demuestra la presencia de elevados porcentajes de sustancias tóxicas en libros de la época Victoriana, producidos en el siglo XIX e incluso principios del siglo XX. Los volúmenes se encuentran disponibles en bibliotecas y colecciones, siendo un peligro real para lectores, estudiantes y bibliotecarios.

Elevadas concentraciones de sustancias tóxicas

Los investigadores examinaron una serie de libros en la propia biblioteca universitaria de Lipscomb: utilizaron fluorescencia de radiografía (XRF) para identificar la presencia de metales pesados dentro de los tintes, que son característicos de los volúmenes victorianos. También emplearon espectroscopía de emisión óptica de plasma acoplado inductivo (ICP-OES), para determinar la concentración de esos metales, y difracción por radiografía (XRD) para identificar las moléculas de pigmento que contienen los metales pesados.

A partir de este análisis, los científicos descubrieron plomo y cromo en más de 100 libros, en forma de cromato de plomo, un compuesto que puede hallarse en el pigmento amarillo utilizado por Vincent van Gogh en muchas de sus obras. Además, hallaron otros compuestos a base de plomo y están trabajando para identificarlos aún más sustancias tóxicas.

En el libro más contaminado, el nivel de plomo alcanzó el doble del límite considerado seguro, mientras que el nivel de cromo superó en seis veces el límite aconsejado. Si estos elementos se inhalan o ingieren en reiteradas ocasiones, pueden provocar problemas graves de salud como infertilidad o cáncer, entre otras consecuencias.

Libros venenosos

“Estos libros antiguos con tintes tóxicos pueden estar circulando en universidades, bibliotecas públicas y colecciones privadas. Aunque los libros son antiguos, las sustancias venenosas aún pueden presentar riesgos graves para la salud, si las cubiertas de tela se frotan contra la piel de un lector o si las toxinas se transportan por el aire”, indicó en una nota de prensa una de las autoras del estudio, Abigail Hoermann.

Durante la época Victoriana, que coincidió aproximadamente con el liderazgo de la reina Victoria en el Reino Unido, entre 1837 y 1901, los tintes verdes vivos en los libros se habían identificado con un compuesto de arsénico conocido como acetoarsenita de cobre. Según un artículo publicado en The Debrief, este pigmento verde, también llamado Scheeleais verde, era ampliamente utilizado en la sociedad victoriana, sin conocer su intenso carácter tóxico.

Del mismo modo que el arsénico, el plomo era un elemento común utilizado en los pigmentos durante la era Victoriana. Moléculas como carbonato de plomo producían un color blanco brillante, que se usó en muchas pinturas diferentes y hasta en productos de maquillaje. En los libros, los metales pesados y las aminas cancerígenas eran habituales en la producción textil para las portadas y otros elementos.