Ciencia y sociedad

El espionaje científico acecha a las universidades europeas

Los servicios de inteligencia acuden en apoyo a los académicos para proteger la innovación

Espionaje en acción.

Espionaje en acción. / EFE

Eduardo Martínez de la Fe

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Las universidades se han convertido en el objetivo prioritario del espionaje científico global, especialmente porque son centros de innovación en Inteligencia Artificial. Europa está en el epicentro de esta ofensiva industrial y geopolítica.

El espionaje científico ha emergido como una preocupación creciente en el ámbito de la investigación global, centrado especialmente en universidades y centros de investigación europeos que tienen contratos militares y gubernamentales.

El espionaje científico se refiere al robo de información y tecnología avanzada de instituciones de investigación y empresas por parte de actores estatales y no estatales. Los métodos utilizados incluyen el hackeo de sistemas informáticos, la infiltración de agentes en instituciones de investigación y la manipulación de colaboraciones internacionales.

Este tipo de espionaje tiene como objetivo obtener ventajas competitivas en áreas clave como la inteligencia artificial, la biotecnología y la tecnología cuántica, entre otras.

Principales países implicados

China es uno de los principales países con más incidencias en  espionaje científico. Según un informe de la agencia austriaca APA Science, los espías chinos tienen como objetivo la adquisición de tecnología avanzada de instituciones occidentales, y esta información es compartida con empresas estatales chinas para promover el crecimiento económico y la estabilidad del régimen del Partido Comunista.

Además, otro informe de Science Business resalta que Alemania ha sido un objetivo significativo del espionaje científico chino, afectando a universidades y centros de investigación alemanes.

En mayo pasado detuvo a tres presuntos espías científicos que supuestamente habían facilitado información sobre tecnologías de doble uso a los servicios secretos chinos. Los tres mantenían contactos con varias universidades alemanas y habían firmado un contrato con una de ellas.

También Estados Unidos

Aunque el Kremlin (Rusia) está considerado el principal instigador del espionaje en Europa, según un documentado estudio, contrariamente a lo que se piensa Estados Unidos también ha sido implicado en actividades de espionaje científico. Según un informe de Carnegie Endowment, EE. UU. ha llevado a cabo operaciones de vigilancia en instituciones de investigación y universidades europeas. Estas actividades han generado tensiones diplomáticas y preocupaciones sobre la privacidad y la soberanía tecnológica en Europa.

Este informe resalta especialmente la fragilidad tecnológica de Europa frente a las demás potencias, lo que la convierte en presa fácil para operaciones de inteligencia extranjeras: la UE no está en condiciones de protegerse de este tipo de espionaje porque carece de la tecnología y la innovación para hacerlo.

En este contexto de desamparo tecnológico, su potencia cognitiva es un caramelo para las potencias con estrategias de futuro, que se lo meriendan a la menor oportunidad para fortalecer sus respectivas posiciones, según se desprende del informe de Carnegie Endowment.

Objetivo: IA

La inteligencia artificial (IA) es una de las áreas más afectadas por el espionaje científico debido a su potencial para revolucionar múltiples industrias (incluida la militar) y su importancia estratégica.

Las universidades, como centros de innovación y desarrollo en IA, son objetivos primordiales para el espionaje porque, según señala la Universidad de Stanford, la IA está cambiando las reglas del espionaje por su capacidad tecnológica de analizar datos y casi instantáneamente.

El espionaje en el ámbito de la IA puede ralentizar el progreso de la investigación y comprometer la seguridad nacional. Según informa The Record, las universidades enfrentan amenazas cibernéticas significativas, especialmente en áreas de investigación de vanguardia como la IA.

Medidas de seguridad

Para combatir el espionaje científico, muchos países han implementado medidas de seguridad más estrictas. En el Reino Unido, el MI5 (la agencia británica de Inteligencia) ha lanzado una campaña para proteger a sus universidades del espionaje extranjero. Esta campaña incluye la concienciación sobre la amenaza y la implementación de medidas de seguridad más rigurosas para proteger la investigación académica.

Además, el gobierno británico está considerando la realización de controles de seguridad a investigadores clave y la provisión de fondos adicionales para que las universidades desarrollen sus propias capacidades de seguridad en la investigación.

La Inteligencia, implicada

En la Unión Europea se ha propuesto asimismo una mayor colaboración entre las universidades y las agencias de inteligencia para proteger la investigación en tecnologías sensibles como la IA.

Según señala Politico, en las universidades se están estableciendo oficiales de enlace con los servicios europeos de inteligencia, así como sesiones informativas, clasificadas y no clasificadas, para ayudar a los académicos a enfrentar el espionaje extranjero.

La agitación se palpa en el ambiente.