Neuropsiquiatría

La psilocibina desincroniza la huella cerebral de nuestra personalidad

La experiencia psicodélica ayudaría a tratar trastornos mentales de una forma inesperada

Así se ve el cerebro por efecto de la psilocibina de los "hongos mágicos"

Así se ve el cerebro por efecto de la psilocibina de los "hongos mágicos" / Washington University School of Medicine in St. Louis.

Redacción T21

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El principal ingrediente psicoactivo de los hongos alucinógenos provoca un “cambio mínimo y significativo” en el cerebro y podría ayudar a reiniciar los patrones de pensamiento disfuncionales que originan algunos trastornos mentales.

Las personas que consumen psilocibina, generalmente a través de los conocidos como hongos mágicos, suelen experimentar una experiencia surrealista en la que su sentido del espacio, el tiempo y la identidad se distorsionan.

Los defensores de este ingrediente psicoactivo llevan mucho tiempo argumentando que, en las condiciones adecuadas, las experiencias psicodélicas pueden aliviar la angustia mental, y algunos estudios científicos sugieren que pueden tener razón.

Una nueva investigación publicada en Nature ha explorado cómo la psilocibina afecta a la conectividad cerebral y descubierto las sorprendentes implicaciones que estos estos cambios podrían tener para la salud mental.

Cambios en la conectividad cerebral

Investigaciones previas han demostrado que la psilocibina provoca cambios significativos en la conectividad funcional del cerebro.

El nuevo estudio va un poco más allá: revela que una sola dosis alta de psilocibina interrumpe la conectividad en la red de modo predeterminado (DMN), una arquitectura cerebral asociada con el pensamiento autorreferencial y la percepción del tiempo y el espacio.

Durante la experiencia psicodélica, los participantes en esta investigación experimentaron una desincronización en la actividad cerebral, lo que se traduce en una mayor flexibilidad en la forma en que el cerebro se comunica internamente.

Reiniciar patrones de pensamiento

Este fenómeno sugiere que la psilocibina puede ayudar a "reiniciar" patrones de pensamientos disfuncionales, lo que podría ser particularmente beneficioso para quienes sufren de trastornos mentales.

La investigación también indica que estos cambios en la conectividad cerebral están relacionados con la intensidad de la experiencia psicodélica.

Cuanto más intensa es esta experiencia, más pronunciados son los cambios en la conectividad, lo que sugiere que la profundidad de estos episodios puede jugar un papel crucial en los efectos terapéuticos de la psilocibina.

Implicaciones terapéuticas

El potencial terapéutico de la psilocibina ha sido objeto de numerosos estudios en el pasado. Este compuesto psicodélico ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento de la depresión y la ansiedad, con algunas investigaciones que indican que los efectos positivos pueden durar semanas después de una sola dosis.

Este efecto duradero es especialmente relevante en el contexto de la salud mental, ya que los tratamientos convencionales a menudo requieren un uso prolongado y pueden tener efectos secundarios significativos.

La nueva investigación sugiere que psilocibina puede inducir un estado de neuroplasticidad, en el que el cerebro se vuelve más receptivo a nuevas conexiones y patrones de pensamiento.

Reconfigurar el cerebro

Esta capacidad para "reconfigurar" el cerebro puede ser clave para tratar trastornos mentales, permitiendo a los pacientes romper ciclos de pensamientos negativos y desarrollar nuevas perspectivas sobre sus experiencias y emociones, según los autores de esta investigación.

Esos ciclos de pensamiento forman parte de la red neuronal funcional de cada individuo, que es como la huella dactilar de nuestra personalidad. La psilocibina distorsiona esas redes cerebrales de manera tan completa que ya no es posible identificar a los individuos hasta que desaparecen los efectos agudos que este ingrediente psicoactivo ejerce sobre su forma de pensar y expresarse.

Hoja de ruta

El nuevo estudio crea una hoja de ruta que otros científicos pueden seguir para evaluar los efectos de los compuestos psicoactivos en la función cerebral, acelerando potencialmente los esfuerzos de desarrollo de fármacos para cualquier número de enfermedades psiquiátricas.

Todo sugiere que la psilocibina, por tanto, no solo es una sustancia que provoca estados alterados de consciencia, sino que también tiene el potencial de convertirse en una herramienta valiosa e inesperada en el arsenal terapéutico contra la enfermedad mental.

Precaución y esperanza

Los autores advierten, no obstante, que este estudio no debe interpretarse como una razón para automedicarse con psilocibina. El fármaco no está aprobado en Estados Unidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como tratamiento para la depresión o cualquier otra afección, y existen riesgos al tomarlo sin la supervisión de expertos en salud mental acreditados.

No obstante, a medida que la comunidad científica continúa explorando las implicaciones de estos estudios, la psilocibina se perfila como una opción prometedora para el tratamiento de trastornos mentales, ofreciendo esperanza a millones de personas que luchan con estas condiciones.

Referencia

Psilocybin desynchronizes the human brain. Joshua S. Siegel et al. Nature (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-024-07624-5