Neurociencias

¿Pueden los organoides cerebrales alcanzar la consciencia?

Hasta hoy estarían lejos de ser lo suficientemente sofisticados como para alcanzar las características de la consciencia

El rápido desarrollo en el campo de los organoides cerebrales abre una gran incógnita sobre sus posibilidades de adquirir consciencia.

El rápido desarrollo en el campo de los organoides cerebrales abre una gran incógnita sobre sus posibilidades de adquirir consciencia. / Crédito: Madeline A. Lancaster / IMBA/ CC BY-SA 4.0.

Pablo Javier Piacente

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Mientras los investigadores continúan haciendo avances utilizando tejido humano para hacer crecer cerebros en laboratorios, un neurocientífico se pregunta si los organoides cerebrales llegarán algún día a ser verdaderamente conscientes y cuáles serían las implicaciones de ese hecho revolucionario. Por el momento, no es posible hallar una respuesta para esta intrigante cuestión, según el experto. Sin embargo, todas las posibilidades quedan abiertas hacia el futuro, de acuerdo al avance científico.

El neurocientífico Kenneth Kosik y su equipo de la Universidad de California en Santa Bárbara, en Estados Unidos, han estudiado los organoides cerebrales durante años. En un artículo publicado recientemente en la revista Patterns, Kosik concluye que el desarrollo de la consciencia en estos organoides similares al cerebro humano puede ser posible, pero no en un futuro próximo.

Los organoides cerebrales tienen un extraño parecido con un cerebro miniaturizado, explica Kosik en su estudio. Se pueden desarrollar a partir de algunas células de la piel o de la sangre, convirtiéndolas en células madre y diferenciándolas en neuronas con métodos simples, que extienden su crecimiento en tres dimensiones.

Aunque solamente alcanzan un tamaño de unos pocos milímetros, forman una gran diversidad de tipos de células cerebrales dispuestas en patrones, que capturan parcialmente la anatomía del desarrollo del cerebro humano y emiten un flujo constante de señales eléctricas. ¿Podrían estas estructuras desarrollar algún tipo de consciencia, entendida como la capacidad de reconocernos a nosotros mismos, a nuestros actos, reflexiones y relación con el entorno?

Solamente una hipótesis

Además de plantear la posibilidad, también vale preguntarse sobre las implicaciones de este hecho: ¿la posibilidad de consciencia equipararía a un organoide cerebral con un ser humano, o por lo menos con los animales que pueden sufrir y sentir dolor? Para Kosik, si bien se reconoce que la investigación de organoides cerebrales puede eventualmente conducir a la creación de consciencia en el laboratorio, esta posibilidad no se encuentra al alcance de la mano con la tecnología actual ni con las tecnologías del futuro cercano.

En una entrevista publicada en Live Science, Kosik explica que “un organoide es un vehículo que tiene la capacidad de codificar experiencia e información si esa experiencia estuviera disponible, pero no lo está. No tiene ojos, oídos, nariz ni boca: allí no entra nada, no ingresa información. Pero la idea aquí es que el organoide puede establecer una organización espontánea de sus neuronas para tener la capacidad de codificar información, en el instante en que la misma esté disponible. Pero por el momento se trata solo de una hipótesis”.

Una nueva consciencia biosintética

De acuerdo a un articulo publicado en Futurism, si bien se han registrado algunos avances increíbles en los llamados ordenadores biológicos utilizando organoides cerebrales conectados que actúan como procesadores, aún no está claro si los organoides experimentales podrían almacenar o procesar información de la misma manera que lo hace el cerebro humano.

En definitiva, aunque los organoides cerebrales se parecen a muchas facetas del cerebro, sus deficiencias sugieren fuertemente que no se ajustan a ninguna de las definiciones operativas de consciencia, por lo menos hasta hoy. Pero a medida que adquieran sistemas de procesamiento interno a través del aprendizaje estadístico y algoritmos de circuito cerrado, interactúen con el mundo externo y se “encarnen” mediante la fusión con otros sistemas de órganos, Kosik cree que surgirán fuertes debates sobre un nuevo tipo de consciencia biosintética.

Referencia

Why brain organoids are not conscious yet. Kenneth S. Kosik. Patterns (2024). DOI:https://doi.org/10.1016/j.patter.2024.101011