Exploración Espacial / Ciencias Planetarias

Las primeras muestras de la cara oculta de la Luna ya están en la Tierra

El material permitirá a los científicos comprender por qué las dos caras de la Luna son tan diferentes

Un equipo de rescate localizó rápidamente la cápsula con las muestras del lado oscuro de la Luna, en la región autónoma china de Mongolia Interior.

Un equipo de rescate localizó rápidamente la cápsula con las muestras del lado oscuro de la Luna, en la región autónoma china de Mongolia Interior. / Crédito: Xinhua/Shutterstock.

Pablo Javier Piacente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cápsula de reingreso de la sonda Chang'e-6 de China, que transporta hasta dos kilogramos de materiales extraídos y perforados de la cuenca más antigua de la Luna ubicada en su lado oscuro, aterrizó este martes 25 de junio en la región de Mongolia Interior y fue rápidamente recuperada, según informó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA). El material podría comenzar a revelar los misterios relacionados a la cara oculta de nuestro único satélite natural.

Las muestras obtenidas por China del lado oscuro de la Luna ya están en la Tierra: la cápsula con el material aterrizó en Siziwang Banner, en la región autónoma china de Mongolia Interior, este 25 de junio. Previamente se había separado de un contenedor en órbita, a 5.000 kilómetros sobre el Océano Atlántico. De esta manera, la misión Chang'e-6 ha completado con éxito su objetivo: permitir a los científicos analizar las primeras muestras de rocas extraídas en la cara oculta del satélite.

“Las muestras serán diferentes a todas las rocas recolectadas anteriormente por Estados Unidos, la ex-Unión Soviética y China, que provenían del lado visible de la Luna. Tenemos grandes expectativas puestas en ellas”, indicó el científico Yang Wei, geoquímico del Instituto de Geología y Geofísica de Pekín, en un artículo publicado en la revista Nature.

Iones negativos

La sonda Chang'e-6 despegó el 3 de mayo de este año y llegó a la Luna cinco días después, permaneciendo en órbita lunar para prepararse para el aterrizaje. El 2 de junio alunizó en un sitio preseleccionado dentro de la cuenca del Polo Sur-Aitken (SPA), en el lado oscuro. La zona está cubierta de rocas de lava enfriadas de color oscuro, conocidas como basalto.

Chang'e-6 llevó adelante un intenso muestreo en el área, utilizando un taladro y un brazo robótico durante dos días. Posteriormente, la carga despegó de la Luna, se acopló a la cápsula de reingreso en órbita lunar y se dirigió con destino a la Tierra. Es importante tener en cuenta que la sonda china estaba equipada con dos instrumentos de origen europeo: el Detector de iones negativos en la superficie lunar (NILS), de la Agencia Espacial Europea (ESA), y un instrumento francés llamado Detector de desgasificación de radón (DORN).

El NILS detectó iones negativos en la Luna por primera vez: el análisis de estas partículas ayudará a los científicos a comprender el entorno de la superficie lunar y a diseñar misiones robóticas y tripuladas en el futuro. Sin embargo, los investigadores aclararon que se requiere mucho más trabajo aún para determinar con precisión las especies y cantidades de iones identificadas.

Misterios científicos y futuras misiones tripuladas

¿Qué puede obtenerse en concreto de estas muestras recuperadas? A principios de junio, más de 200 científicos de universidades e institutos de investigación chinos se reunieron en Pekín para debatir las cuestiones científicas que esperan resolver a partir del análisis de las muestras de Chang'e-6. Los tres problemas más importantes serán: por qué las dos caras de la Luna son tan diferentes, cuál es la composición de las estructuras lunares más profundas y cuándo se formó la cuenca SPA.

Por último, según un artículo publicado en New Scientist, las rocas del lado oscuro lunar también pueden indicar la cantidad de hielo de agua existente en la región, que podría ser un recurso vital para las misiones tripuladas que China espera enviar a la Luna en 2030. Pero antes de emprender una misión tripulada, China enviará otras dos naves espaciales, Chang'e 7 y Chang'e 8, para recopilar información sobre la ubicación exacta para una base en el polo sur lunar, en una misión junto a la agencia espacial rusa Roscosmos.

TEMAS