Ciencia y sociedad

Un Parlamento Ciudadano Climático se abre paso en España

Sigue las directrices del Parlamento Europeo para formular resoluciones consensuadas por la ciudadanía como forma de democracia deliberativa

Momento de la Asamblea Ciudadana Clima.

Momento de la Asamblea Ciudadana Clima. / Asamblea Ciudadana para el Clima

Alejandro Sacristán

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Después de las Asambleas Ciudadanas celebradas en España entre 2022 y 2024, la Asamblea Cívica por el Clima y el Observatorio de Sostenibilidad han propuesto la creación de un Parlamento Ciudadano Climático, formado mediante sorteo representativo por expertos y actores sociales, para alcanzar un consenso social mayoritario sobre la emergencia climática que esté basado en la ciencia.

La Asamblea Cívica por el Clima y el Observatorio de Sostenibilidad piden crear un Parlamento Ciudadano Climático para regenerar la democracia y afrontar la transformación climática, medioambiental y social derivada de las recomendaciones de la Asamblea Ciudadana para el Clima finalizada en 2022, agrupando 172 recomendaciones en 5 epígrafes que se presentaron al Gobierno y al Parlamento de España.

En el contexto de las elecciones europeas y frente a las campañas de desinformación que impactan a nuestra democracia, la Asociación Asamblea Cívica por el Clima y el Observatorio de Sostenibilidad piden la creación de un Parlamento Ciudadano Climático permanente informado por la ciencia. La Asociación Asamblea Cívica por el Clima reúne a personas que han participado entre diciembre de 2021 y junio de 2022 en el primer proceso deliberativo por sorteo representativo a gran escala en nuestro país: la Asamblea Ciudadana para el Clima.

Alcance global

Las asambleas ciudadanas institucionales son una iniciativa de alcance global con más de 20 años de recorrido, una forma de democracia deliberativa, un proceso en el cual las personas participantes son seleccionadas por sorteo representativo (según criterios de edad, profesión, territorio, género, etc.). Las personas asambleístas son informadas por expertos e investigan, deliberan y toman decisiones. Sus deliberaciones se realizan en audiencias públicas, y han cambiado la creación de políticas públicas en Australia, Bélgica, Canadá, India, Irlanda, Polonia, Francia y el Reino Unido, ya que proponen recomendaciones y soluciones con mecanismos vinculantes que puedan ser asumidas por las instituciones.

Al concluir el mandato de la Asamblea Ciudadana para el Clima de España, un grupo de asambleístas, movidos por su pasión y compromiso con un futuro más verde, sostenible y justo, decidieron no poner fin a su trabajo. Fue así como nació la Asamblea Cívica por el Clima como asociación en nuestro país.

El Parlamento Ciudadano Climático Permanente, postulan, “se compondrá de una Asamblea ciudadana por sorteo representativo y de un Consejo Climático de expertos y actores sociales, para alcanzar un consenso social mayoritario sobre la emergencia climática. En los próximos meses se recogerán adhesiones a esta petición para presentarla al Gobierno”. La iniciativa ya cuenta con el apoyo de las plataformas Marea Deliberativa y Democracia por el Clima.

Panel de ciudadanos europeos sobre eficiencia energética.

Panel de ciudadanos europeos sobre eficiencia energética. / Comisión Europea.

Democracia participativa

Desde 2022, numerosas personas que fueron partes integrantes de esta innovación democrática de la Asamblea Ciudadana para el Clima, se comprometen en la difusión y la aplicación de las 172 resoluciones consensuadas y también promueven la plena institucionalización de la democracia participativa en el proceso de toma de decisiones, para garantizar una justa y profunda transformación de nuestra sociedad ante la emergencia climática.

La Asociación Asamblea Cívica por el Clima, junto a expertos de democracia ambiental y científicos del Observatorio de Sostenibilidad, se dirigen a toda la sociedad y en particular a todos los movimientos ecologistas, sindicatos, asociaciones vecinales y fundaciones, que son los actores de la sociedad civil organizada, y a los partidos políticos, para pedirles su apoyo público a la demanda de creación de una institución ciudadana participativa: el Parlamento Ciudadano Climático Permanente.

Ciudadanía informada por la ciencia

Cabe destacar que en nuestro país y también en países de nuestro entorno, existe una crisis de confianza en la democracia sin precedentes. Sin embargo, hay autores que aseguran la resiliencia y la capacidad de renovación de la democracia, y han propuesto reformas y medidas para fortalecerla y mejorarla, como hemos recogido en nuestras páginas en varias ocasiones.

En España un 72% de la población desconfía de la clase política y de su capacidad de actuar frente a la emergencia climática. Sin embargo, existen dos tipos de políticas públicas capaces de generar una altísima confianza social: las que están basadas en la ciencia y las que se integran en una participación real de la ciudadanía (para un 87% y un 79% de los encuestados, respectivamente). De hecho, el último informe científico del IPCC hizo especial hincapié en las asambleas ciudadanas, recomendando una “mayor participación pública en los procesos de política climática y gobernanza” porque “permite una transformación social más amplia hacia el cambio sistémico, incluso en contextos complejos, dinámicos y controvertidos”, en página 525 del informe.

Asambleas ciudadanas

En España, entre 2022 y 2024 se han organizado Asambleas Ciudadanas Climática en Catalunya, Baleares y Navarra. “Hemos aprendido tanto de las limitaciones iniciales como de los grandes logros de todos estos procesos.  Ahora ha llegado el momento de comprometernos con la dinámica de institucionalización de una cogobernanza ciudadana climática que se desarrolla en toda Europa” declaran Asamblea Cívica por el Clima y el Observatorio de Sostenibilidad.

Según declara el director del Observatorio de Sostenibilidad, Fernando Prieto “las asambleas climáticas han demostrado su eficacia para impulsar políticas a la altura de las recomendaciones científicas y fortalecer la acción climática de los gobiernos. En todos los países europeos, la proporción de medidas de suficiencia y sobriedad en las recomendaciones de las asambleas ciudadanas es de tres a seis veces mayor que en sus respectivos Planes Nacionales de Energía y Clima. Por ello, el Parlamento Europeo incita a extender a gran escala la participación y sobre todo a garantizar la aplicación legislativa de las resoluciones consensuadas por la ciudadanía. La sociedad civil también se compromete con ello y contra el “citizenwashing”, es decir contra la participación simulada y la desactivación de las propuestas de las asambleas climáticas”.

Pretenden impulsar que España también se sume a las múltiples iniciativas europeas que han surgido desde la sociedad civil para construir asambleas ciudadanas climáticas permanentes. Un claro ejemplo de este nuevo compromiso lo han dado numerosas oenegés internacionales, como WWF, Oxfam, Amigos de la Tierra o Greenpeace que, con otros actores históricos de la lucha social y ambiental, promueven actualmente un manifiesto para las elecciones europeas que reclama institucionalizar la participación ciudadana climática permanente informada por la ciencia en todos los niveles de los órganos de gobierno.

Momento de una sesión de la Asamblea Ciudadana para el Clima.

Momento de una sesión de la Asamblea Ciudadana para el Clima. / Asamblea Ciudadana para el Clima

¿Qué es un parlamento ciudadano climático?

Se trata de una Asamblea Ciudadana, compuesta de 100 miembros seleccionados por sorteo representativo y dotados de un mandato de un año. La Asamblea contaría con el asesoramiento de un Consejo Climático, instalado también de manera permanente y compuesto de 25 miembros de la sociedad civil cualificados: representantes de asociaciones medioambientales, actores sociales y sindicales, actores económicos y expertos académicos independientes. Este órgano correspondería, en parte, al Comité de Personas Expertas de Cambio Climático y Transición Energética que el artículo 37 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética determinó crear en 2021, pero cuyo desarrollo mediante Real Decreto sigue pendiente.

Según La Asamblea Cívica por el Clima y el Observatorio de Sostenibilidad, “el Parlamento Ciudadano Climático designa por lo tanto el conjunto formado por la Asamblea Ciudadana y el Consejo Climático e incluiría además un espacio de difusión mediática y de participación para el resto de la ciudadanía, ya que la difusión a gran escala es una dimensión esencial de la democracia deliberativa. Un Parlamento Ciudadano Climático permanente es un espacio público de codecisión basado en la ciencia y libre de la influencia de los grupos de intereses: un método justo, democrático, con resultados probados, en contacto con el resto de la sociedad, para decidir y planificar una justa transición ecológica, dentro de los límites planetarios”.

Por tanto, reclaman a todos los actores sociales, los partidos políticos y las organizaciones ecologistas, un compromiso real con la participación ciudadana como palanca central de renovación democrática, a la altura de las iniciativas actuales en el resto de Europa. Y lanzan un grito de esperanza: “¡No estamos condenados a la crisis climática y democrática!”. 

Todavía hay esperanza.