Ciencias Planetarias

El telescopio Webb descubre signos de vida en un lejano disco de formación de planetas

El hallazgo también sugiere que las condiciones para la formación de planetas terrestres pueden concretarse en una gama de entornos mucho más amplia de lo que se pensaba hasta hoy

Recreación artística de una estrella joven rodeada por un disco protoplanetario en el que se están formando planetas.

Recreación artística de una estrella joven rodeada por un disco protoplanetario en el que se están formando planetas. / Créditos: ESO/L. Calçada.

Pablo Javier Piacente

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Utilizando el Telescopio Espacial James Webb, un grupo de astrónomos ha detectado abundante agua, monóxido de carbono, dióxido de carbono, cianuro de hidrógeno y acetileno en XUE 1, un disco protoplanetario altamente irradiado ubicado en la Nebulosa de la Langosta, a unos 5.500 años luz de distancia de la Tierra. Estos elementos son algunos de los ingredientes básicos para el desarrollo de la vida, pero además son imprescindibles en el proceso de formación de planetas rocosos como el nuestro.

Un equipo internacional de científicos ha empleado el Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA para proporcionar la primera observación de agua y otras moléculas necesarias para el desarrollo de la vida en las regiones rocosas interiores de un disco protoplanetario, un área donde se forman planetas. El descubrimiento se ha concretado en uno de los ambientes más extremos de nuestra galaxia, en la Nebulosa de la Langosta o NGC 6357, en el marco de la Constelación de Escorpio.

Planetas terrestres en condiciones inusuales

Estos resultados, efectuados a alrededor de 5.500 años luz de distancia de la Tierra, indican que las condiciones necesarias para la formación de planetas terrestres pueden tener lugar en entornos mucho más hostiles y complejos con respecto a lo que se pensaba anteriormente. Además de agua, el estudio publicado recientemente en The Astrophysical Journal Letters identificó moléculas de monóxido de carbono, dióxido de carbono, acetileno y cianuro de hidrógeno: estos compuestos sugieren la posible existencia de signos de vida o condiciones de habitabilidad en esta región del cosmos, en los mismos lugares donde se estarían gestando planetas rocosos.

Según una nota de prensa de la NASA, se trata de los primeros resultados del programa de Entornos Ultravioletas Extremos (XUE), que se centra en la caracterización de discos de formación de planetas en regiones masivas de formación estelar, aprovechando las ventajas de la tecnología a bordo del JWST. Los investigadores creen que estas regiones serían representativas del entorno en el que se formaron la mayoría de los sistemas planetarios.

Además de arrojar luz sobre la formación de planetas rocosos similares a la Tierra en contextos extremos, el hallazgo de agua y otros elementos también indicaría que la vida podría ser factible en esas regiones lejanas de nuestra galaxia. En ese sentido, comprender el impacto del medio ambiente en la formación de planetas es clave para que los científicos obtengan información sobre la diversidad de tipos de exoplanetas que podrían existir en el Universo.

Formación de planetas en zonas extremas

Los especialistas se han propuesto caracterizar las propiedades físicas y la composición química de las regiones rocosas de los discos de formación de planetas en la Nebulosa de la Langosta: los primeros resultados se obtuvieron en el disco protoplanetario denominado XUE 1, que se encuentra en el cúmulo estelar Pismis 24. "Webb es el único telescopio con la resolución espacial y la sensibilidad necesarias para estudiar los discos de formación de planetas en regiones donde se desarrollan estrellas masivas", indicó en el comunicado la autora principal del nuevo estudio, la científica María Claudia Ramírez-Tannus, del Instituto Max Planck de Astronomía, en Alemania.

Vale recordar que cuando una estrella se gesta como resultado de una nube de gas y polvo en contracción, el material residual de esa estructura conforma un disco a su alrededor, conocido como disco protoplanetario. Integrado mayormente por hidrógeno y helio en forma gaseosa y partículas de polvo cósmico, el agrupamiento y colisión de estas partículas de polvo a lo largo del tiempo en la zona del disco van formando cuerpos más grandes, que se denominan planetesimales. A su vez, estos se fusionan y dan lugar a los planetas.

Referencia

XUE: Molecular Inventory in the Inner Region of an Extremely Irradiated Protoplanetary Disk. María Claudia Ramírez-Tannus et al. The Astrophysical Journal Letters (2023). DOI:https://dx.doi.org/10.3847/2041-8213/ad03f8