'Cómo cazar a un monstruo', el 'true crime' en el que el 'youtuber' Carles Tamayo atrapa al pederasta del Masnou

El 19 de mayo de 2022 fue detenido en Barcelona Lluís Gros Martín, condenado a 23 años y 8 meses de prisión por abusos sexuales y corrupción de menores, cometidos entre 2007 y 2011, cuando el acusado regentaba un conocido cine del Masnou. Su arresto fue de lo más particular, ya que para su detención fue clave el 'youtuber' y periodista Carles Tamayo, que en esos mismos momentos estaba realizando una docuserie que destapaba sus delitos y que este viernes 6 de septiembre estrena la plataforma Amazon Prime Video. Su título es de lo más descriptivo: 'Cómo cazar a un monstruo'.

23 años de prisión para el gerente de unos cines del Maresme por abusar de menores

La participación de Tamayo en este trabajo no es casual. El 'youtuber', conocido por haberse infiltrado en el Palmar de Troya y haber revelado una estafa piramidal relacionada con las criptomonedas, conocía desde la infancia a Gros, de 78 años, que proyectó sus primeros cortos en el cine La Calàndria. "En aquel momento todos estábamos siendo engañados por Lluís. Yo he descubierto cómo era realmente haciendo el documental", destaca Tamayo.

De hecho, el mismo Gros fue el que le llamó para proponerle realizar un documental sobre su vida en un desesperado intento por lavar su imagen. El 'youtuber' accedió a investigar el caso desde dentro, pero para desentrañar por qué meses después de su condena el pederasta seguía sin entrar en prisión. "El objetivo no era regodearse en el tema de los abusos y saber exactamente y paso a paso lo que había hecho. La denuncia importante era: ¿cómo puede ser que un criminal condenado siga libre?", recalca el periodista.

Una condena firme

Por eso la grabación no empezó hasta que hubo una condena firme contra él. "No se puede jugar con esa cosa tramposa de que puede que sea inocente, porque lo que estaríamos haciendo sería revictimizar a las víctimas, cuestionar su historia, cuando ya llevan muchos años cuestionados", apunta Tamayo.

“El director del colegio abusó de mí cuando tenía 14 años”

A lo largo de los tres episodios que componen 'Cómo matar a un monstruo', producida por Bambú ('El caso Asunta', 'El caso Alcàsser', 'Fariña'), Tamayo entabla contacto con algunas de las víctimas de Gros. No solo los que le llevaron ante la justicia, sino que encuentra más testimonios que pasaron por el mismo calvario. Sus relatos son una muestra de cómo pudo actuar durante décadas, con total impunidad, un depredador sexual.

Mientras, el condenado le facilita acceso a su vivienda y a su día a día, permitiéndole grabar con total libertad. "Lluís ha vivido impune tantos años, que para él lo que está haciendo no es nada extraordinario, aunque para nosotros lo sea. Es su cotidianeidad", comenta Ramón Campos, productor del documental.

El condenado nunca renococe su culpabilidad, pero su conducta no deja de levantar sospechas en el 'youtuber', que durante su investigación no para de encontrar trapos sucios sobre Gros.

Incluso es testigo de cómo, a pesar de su condena firme por pederastia, mantiene contacto vía videoconferencia con adolescentes, a los que afirma ayudarles en los estudios. "Eso a mí me rompió todos los esquemas, porque daba por sentado que el tema de los abusos era cosa del pasado y ya está. En ningún momento me planteé que eso se podía estar dando a día de hoy", confiesa Tamayo.

Vivirlo en primera persona

A diferencia de otros 'true crime', en los que el caso se presenta después de haber recabado todas las pruebas, aquí la audiencia es partícipe de los hallazgos de Tamayo en el mismo momento en el que se producen, lo que facilita vivirlo casi en primera persona. Como cuando Ros confiesa al periodista que, si se dicta una orden y captura contra él, tiene pensado fugarse.

Algo que finalmente termina produciéndose, aunque el 'youtuber' logra contactar con él cuando se encuentra en paradero desconocido y concertar una cita entre ambos el día que el pederasta tiene una prueba médica en Barcelona.

Será el día de su detención, gracias a la llamada que hace Tamayo a los Mossos d'Esquadra para denunciarle, a pesar de que los últimos minutos de la docuserie sean de infarto y la detención se haga esperar por culpa de la burocracia.

El monstruo que se esconde

El sistema judicial tampoco sale muy bien parado. "Una de las grandes denuncias del documental es cómo puede pasar tanto tiempo entre la sentencia y que la persona vaya a prisión en un caso que, además, implica a menores", subraya Campos, cuyo equipo contó con el asesoramiento de un juez.

"El juez me dijo dos cosas: que estaría bien que lo vieran otros colegas para entender cómo funcionan los pederastas y también los adolescentes, para que entiendan que cuando alguien les está hablando así les está manipulando", explica el productor. "Como bien dice Carles, a esos monstruos no se les ve venir a lo lejos con las garras y los dientes. Se esconden muy bien y, cuando los ves, ya están demasiado encima de ti", advierte.