Televisión | Tonino Presentador impávido y flemático de 'Caiga quien caiga'

"Pablo Motos es más una caricatura que un presentador"

"No fui yo quien acabó con Rita Barberá, fueron sus compañeros del PP los que la abandonaron completamente antes de fallecer", precisa el cómico y director de escena valenciano

Tonino.

Tonino.

Natalia Vaquero

Natalia Vaquero

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tonino (Antonio López-Guitián), el flemático reportero de la primera época del programa de Telecinco 'Caiga quien caiga' (CQC), se siente injustamente borrado del panorama televisivo, donde, lamenta, pesan más "caricaturas como la de Pablo Motos" que verdaderos e irreverentes profesionales capaces de plantar cara al poderoso. "El periodismo ha muerto y además su cadáver apesta", sentencia en el restaurante Alquitara de Madrid antes de ofrecer a un hipotético comprador su ingenio como guionista, actor y director de escena para actualizar 'Simplemente Ana', programa dedicado a Ana Botella, con un nuevo 'Simplemente Begoña'. Eso sí, "más que el programa, lo que me interesaría sería la pasta que me pagasen", matiza mientras trata de salir a flote no sin esfuerzo y haciendo todo tipo de chapuzas a sus vecinos de Valencia.

Hola, Tonino. ¿Qué tal le trata la vida?

Por lo general, mal, pero lo soluciono compensándolo con una personalidad resistente y optimista. No sigo nunca a la manada así que es normal que la vida me trate mal.

¿A qué se dedica ahora?

Escribo guiones, actúo, canto y ahora con el Teatro Real estoy haciendo un cursillo para llevar la ópera con una metodología terapéutica a los presos de la cárcel de Picassent (Valencia). Haremos una ópera con reclusos.

Ya no le llaman para la televisión.

La televisión prefiere ahora un tipo de comunicador al estilo Pablo Motos, que es más una caricatura que un presentador. Trabajo también para la empresa de especias Carmencita y hago todo tipo de chapuzas a los vecinos que me lo piden.

No sigo nunca a la manada así que es normal que la vida me trate mal

¿Qué tal le van las cosas en X, la antigua Twitter?

Muy bien, tengo más de 10.000 seguidores y no he comprado a ninguno, todos me siguen por razones que desconozco.

¿Qué aportó usted a la Tele 5 de las Mamá Chicho con la irreverencia del programa 'Caiga quien caiga'?

Junto al resto de reporteros del programa aportamos el cambio a una cadena paleta, inculta y dedicada a las 'marujas' para ofrecer un toque de intelectualidad. Fuimos la excusa perfecta para que Telecinco pareciese menos chabacana. Solo había que ver que la publiciad de marcas de alta gama se concentraba en nuestro programa y no en los de María Teresa Campos.

¿Cómo respondía la gente a sus inocentes preguntas incómodas?

Con mucho paternalismo, pensaban que era tonto.

¿Por qué las gafas de sol y el aspecto de periodista despistado en el programa?

La gafas de sol veían impuestas de serie en el programa argentino. Eran una marca de identidad, estética e inquietante. Como era también guionista del programa se me ocurrió potenciar lo más destacado de cada reportero. Sergio Pazos dejó de disimular su acento gallego y yo saqué mi lado más despistado.

¿Cómo reaccionaban los políticos ante sus sátiras?

Mal, no hay ninguno al que le siente bien ser satirizado porque les va el sueldo en ello.

¿Pretendían reírse a costa de Ana Botella, esposa del entonces presidente del Gobierno , con el espacio 'Simplemente Ana'?

Claro que sí y reirnos de todo.

Fue en la época de Zapatero en la que nos hundieron

¿Influyó Aznar en cargase su programa por tomar a broma a su mujer?

En absoluto, fueron otros lon intereses de índole televisiva que influyeron en que acabara 'CQC'. Yo trabajo con quien me recibe y curiosamente el que menos me recibe es el PSOE. Fue en la época de Zapatero en la que nos hundieron, cogieron a Wyoming y a nosotros, los del programa primigenio, que éramos los peligrosos, nos han borrado. Estábamos en la cresta de la ola. ¿Cómo se explica que se le eche la culpa a Aznar de quitar el programa y que a mi no se me haya ofrecido después nada?

¿Le apetecería hacer hoy un programa titulado 'Simplemente Begoña'?

Me encantaría, claro, pero con la perspectiva del tiempo me interesaría menos el programa y más cuánto me pagasen por hacerlo.

¿Siente remordimientos por su parodia en 'La Doña' de la que fuera alcaldesa de Valencia Rita Barberá que falleció muy amargada por la dureza con la que fue tratada por la prensa?

Ninguna. No entiendo el victimismo de los políticos que eligen libremente ser políticos. Por cierto, no vi ningún remordimiento o sensibilidad de Rita Barberá con los muertos del metro de Valencia ni con sus familias. Además, lo que hacía era una obra de teatro basada en el poder vestido de Rita Barberá.

Rita Barberá está siendo hoy reivindicada por su partido, el PP.

Porque quieren sacar rédito hasta de los muertos. Los políticos quieren ahora alimentarse de santos y mártires. La gente tiene poca memoria porque no fui yo quien acabó con Rita Barberá, fueron sus compañeros del PP los que la abandonaron completamente antes de fallecer. Ella nunca me vetó ni se me quejó y una vez que falleció dejé de hacer la obra.

¿Cómo llevaría usted hoy tener que asistir a conferencias de prensa sin preguntas o con los interrogadores seleccionados por el entrevistado para que les pregunte sobre lo que a él le interese contestar?

Yo ya no creo en las heroicidades y tampoco veo a otros periodistas luchar de verdad por acabar con esta mordaza.

¿Por qué le duró tan poco tiempo 'El Gallinero', un ambicioso programa en el que junto con Inés Sanz presentaba películas clásicas españolas?

Era un programa de coste cero en el que solo cobraba yo y me regateaban. Inés Sanz, como Miss España, tenía que trabajar gratis durante un año. No hubo interés alguno en sacar adelante ese programa que no servía más que para rellenar un hueco a coste cero en la parrilla de Telecinco.

El periodismo ha muerto y además apesta su cadáver

¿Cree realmente que España es un país para comérselo?

No y nunca lo ha sido. España está para comérsela quien se la pueda pagar.

¿Es usted de los que creen que el periodismo ha muerto?

Sí y además apesta su cadáver.