De 'OT' a 'Duro de pelar'

'Megamix brutal', la "grotesca" historia de secuestros y extorsiones tras el éxito de los 'Max Mix'

TV3, RTVE Play y 3Cat estrenan este martes la docuserie sobre las mafias de la industria de la música de baile en los años 90

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Mike Platinas, en una imagen de archivo de 'Megamix brutal'

Mike Platinas, en una imagen de archivo de 'Megamix brutal' / TVC / RTVE

Marisa de Dios

Marisa de Dios

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En los años 80, dos amigos de la infancia, Ricard Campoy y Miquel Degà, crearon en Barcelona un pequeño sello discográfico que acabó haciéndose de oro gracias a los recopilatorios de música de baile que triunfaron en las discotecas españolas en la década de los 90: 'Max Mix', 'Máquina Total', 'Bombazo Mix', 'Ibiza Mix', 'Caribe Mix', 'Rambo Total', 'Rumba Total', 'Currupipi Mix'... Los discos batieron todos los récords de ventas, aunque la crítica los menospreciaba, pero su enorme éxito ocultaba una oscura cara B detrás, con extorsiones y secuestros de por medio, tal y como recuerda 'Megamix brutal', docuserie que estrenan este martes 25 de junio TV3 (22.05 horas) y las plataformas RTVE Play y 3Cat.

Todo lo que explica son hechos verídicos, aunque parezcan más propios de una película de mafiosos. "Yo, como guionista, nunca habría escrito una historia de ficción tan buena", reconoce Rafa de los Arcos, director de esta serie documental de Producciones del Barrio ('Salvados', 'Anatomía de'), que ha impregnado el relato de un humor negro similar al que usan los hermanos Coen, artífices de títulos de culto como 'Fargo'.

"Es una docuserie que mezcla un poco tonos, pero siempre con ese punto grotesco, en el cual las cosas parecen livianas, como de comedia, pero en el fondo no dejan de narrar las miserias del ser humano", señala De los Arcos.

De 'Duro de pelar' a 'Viva la fiesta'

Porque las prácticas que usaba la discográfica Max Music, que sacó grandes 'hits' como 'Duro de pelar' de Rebeca, 'Viva la fiesta' de Paco Pil y 'Yo quiero bailar' de Sonia y Selena, no fueron demasiado limpias, tal y como recalcan los 'disc-jockeys' y productores musicales que intervienen en los tres episodios que configuran 'Megamix brutal'.

Toni Peret, Josep Maria Castells, Quique Tejada, Mike Platinas, los hermanos Ten y Jordi Cubino rememoran cómo la empresa explotaba a los DJ, escatimaban pagos a los artistas, sobornaban a los jefes de las emisoras de radio para que sus discos sonaran más que los de la competencia, pagaban a un guardia civil para que traspapelera las denuncias que recibían y, si algún proveedor les debía dinero, mandaban a sus gorilas para arreglarlo.

La historia tomó tintes tarantinianos cuando uno de los socios de Max Music, Campoy, decidió marcharse para formar una nueva compañía (Vale Music, que lanzó las carreras de los primeros 'triunfitos'). Degà se vengó contratando a unos sicarios mexicanos para que le secuestraran. Para colmo, se equivocaron de objetivo. El propio Campoy interviene en la docuserie, mientras que el último capítulo se transforma en un 'true crime' más clásico para indagar en la trayectoria de su socio, que no se sabe dónde está exactamente.

Fernandisco, de narrador

"La sensación que tienes al ver la serie es que en los años 90, en los que parece que el país entró en una etapa de modernidad y apertura, esto era el 'far west', pensando que si jugabas limpio no ibas a llegar a ningún sitio", reflexiona el director, que no solo pidió a los testimonios de esa época que relataran sus vivencias, sino también que las recrearan. El hilo conductor es la mítica estrella de la radiofórmula Fernandisco, que ejerce de narrador.

"Hay una cosa muy bonita que pasó con 'Megamix brutal' y es que los testimonios, a pesar de tener ciertos episodios traumáticos, estaban muy felices de poder participar. Para ellos era reivindicar algo que ha quedado un poco en el olvido, un episodio de la historia musical de este país del que no se ha vuelto a hablar aunque lanzó unos discos millonarios", apunta De los Arcos.

"Para ellos, salir de ese 'revival' en el que tienen ahora su vida, traer su relato a la actualidad y, sobre todo, dignificarlo, hizo que colaboraran con mucha complicidad", destaca. Porque, no lo olvidemos, fueron los años en los que Barcelona se convirtió en el epicentro de la música de baile del país, transformando a los entonces llamados pinchadiscos en figuras mediáticas.