La crítica de Monegal: Vamos a revisar vuestra licencia de tele, ¡malditos!

Se ha despachado a gusto Santiago Abascal este fin de semana en Murcia. «Más muros y menos moros», ha dicho. Y a los que no piensan así les ha advertido: «Nos van a encontrar enfrente, físicamente si es necesario». Es un discurso con arpegios de matonismo. Pero en esta columna interesa resaltar cuando ha entrado en lo televisivo.

Irritado porque dice que en La Sexta han despotricado «contra VOX acusándonos de violencia política. ¡Una hora en mitad de una campaña electoral!», ha añadido: «Eso lo hacen los de Atresmedia, que tienen la mano derecha para el PP y la mano izquierda para el PSOE y para el separatismo. Lo hacen con una concesión pública para emitir, y eso nosotros lo vamos a revisar. ¡Verán cómo sus licencias de tele se revisan!». ¡Ah! Analicemos la amenaza. Cuando dice que Atresmedia tiende la mano derecha al PP, se supone que habla de Antena 3 TV. Y cuando dice que su mano izquierda es para el PSOE, se supone que habla de La Sexta.

Hombre, el maniqueísmo ideológico dentro de un mismo imperio es algo que se viene practicando desde antiguo. Meter los huevitos en capazos distintos obedece a una estrategia de supervivencia de cada granja televisiva. Es discutible, eso sí. Sobre todo si se demuestra que algún capazo se dedica a adulterar la realidad y en lugar de alimentar, intoxica.

La amenaza de Abascal de revisar las licencias televisivas es otra cosa. Yo creo que intenta ponerse al día en ese discurso sobre el control de los medios, que está tan de moda en ciertos ámbitos políticos. Pablo Iglesias, en una sesión en el Congreso de febrero de 2021, hizo una famosa alocución: «El poder de los medios está en manos de bancos, grandes empresas y fondos buitre. Son brazos mediáticos de poderes económicos. Hay que tenerlos bajo control». Por su parte, Pedro Sánchez, después de sus cinco días de reflexión, dijo en la entrevista que le hicieron en el ‘Telediario’ de La 1 de TVE: «Hay seudomedios de comunicación que forman parte de la máquina del fango. Hay que poner en marcha la regeneración». O sea, Abascal también ha querido significarse en este asunto y ha cogido carrerilla.

Cuando un político habla de controlar los medios, suele ser porque escucha cantar una canción política que no le gusta. Cree que la tele es como una suscripción a Spotify. Y que puede transformar cada cadena en una lista exclusiva de canciones favoritas.

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