Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Día de burla, el consuelo de ERC es Tomàs Molina

Sátira sobre ERC y Tomàs Molina. TV3.

Sátira sobre ERC y Tomàs Molina. TV3.

Ferran Monegal

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Hemos entrado en zona de burla. Pere Aragonès ha dimitido y el sarcasmo televisivo se lo toma con rechifla. Ante el anuncio de que deja la primera línea política, en ‘El intermedio’ (La Sexta) Wyoming le decía: «Es usted bajito, y si deja la primera línea no va a ver nada». Y reían mucho.

En ‘Està passant’ (TV3) Queco Novell y Jair Domínguez acentuaban la risa. «Israel ha tenido más votos en Eurovisión que Aragonès en Catalunya (...) Israel está perpetuando un genocidio, pero Aragonès, como mucho, te mata de aburrimiento (...) Veremos a quién ponen en su lugar. Ahora en ERC, que sea conocido, solo hay dos: la joven promesa, sangre nueva, Oriol Junqueras, y el muy honorable ‘cumulonimbus’ Tomàs Molina». Hombre, la carcajada sobre Aragonès es comodísima. Ha anunciado que se va, y eso acentúa la fragilidad del que dimite. Bien mirada, su trayectoria como ‘president,’ aunque corta, no presenta el disparatado balance de sus predecesores Torra y Puigdemont. Señalarlo es de justicia.

El cachondeo de ‘El intermedio’ por ser bajito es un tipo de humor sobre la condición física de las personas que creíamos superadísimo. Lo de ‘Está passant’ tiene otras lecturas. En TV3, tradicionalmente, un poder estable en la Generalitat les proporcionaba un gran confort. Se aprendían las correspondientes consignas, y se tiraban años de agradable obediencia. Pujol mandó durante 23 años seguidos. Aquello fue estupendo. Se sabían de memoria hacia dónde debían enfocar las cámaras, y hacia dónde no debían mirar nunca. Pero los esquemas, de pronto, se están moviendo mucho. En los últimos ocho años en la Generalitat se han sucedido cuatro ‘presidents’ distintos. Con ideologías distintas. Eso desconcierta mucho. Ahora, con el anuncio de que ERC pasará a la oposición (veremos), hay quien ha creído que, de golpe, ni mandan ni pintan nada en absoluto. Hacerles la burla no conlleva peligro. Otras obediencias les sustituyen.

La perdigonada de sal sobre el exjefe de meteorología Tomàs Molina tiene antecedentes. Cuando anunció que dejaba la cadena y pasaba directamente a la obediencia de ERC, el ‘consell professional’ de TV3 sacó una nota. Venían a decir que la asociación de una cara visible de informativos a un partido político estropeaba su imagen de independencia periodística. Hay que reconocerles un sentido del humor muy ingenioso y divertido.

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