Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: El principio de realidad y la realidad falsa

Illa y Puigdemont, en falsa realidad (TV3).

Illa y Puigdemont, en falsa realidad (TV3). / EPC

Ferran Monegal

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El día del último debate de los candidatos, hace una semana, TV3 pidió a los debatientes, a todos menos a Josep Rull, que hicieran una pequeña ‘performance’. Con un croma verde de fondo, cada uno avanzó tres o cuatro pasos y acabó plantado mirando a cámara. A Puigdemont también le grabaron, en Argelés, ese mismo ‘acting’. El fruto de esa misteriosa acción lo vimos el domingo, al final de la noche electoral.

El presentador Xavi Coral, colocado en uno de los salones del Parlament de Catalunya, fue dando entrada a los líderes políticos. Primero Salvador Illa, el ganador, luego Puigdemont, luego Aragonès, etcétera, y quedó conformado un cuadro en el que parecía que todos se habían reunido allí para despedir tan magna jornada. Y todo era, naturalmente, absolutamente falso. Les veíamos a todos allí reunidos, y en realidad ninguno estaba. Ni Puigdemont había cruzado la frontera para participar en este posado. Ni Illa ni Aragonès ni Fernández ni Albiach... estaban en realidad en esa estampa, y no obstante estaban todos como por arte de magia. Fue un vistoso golpe de virtualidad. Es decir, la falsa realidad.

¡Ah! Le ha salido a TV3 una extrapolable metáfora. La realidad real y la realidad virtual se entrecruzan en estas elecciones que acaban de finalizar. De las cadenas de cobertura estatal, fue el ‘especial’ de Antena 3 el que consiguió mayor audiencia: un 9,5% y 1.236.000 espectadores. Y al finalizar, su conductor Vicente Vallés, al escuchar a Puigdemont asegurar que no sería bueno ir a una repetición electoral, advirtió que quizá lo que pretende es lo contrario de lo que aparenta en su mensaje: «Quiere bloquear y repetir elecciones. Y que todos los partidos independentistas se sometan a su liderazgo». Algo de acierto debe albergar esta opinión, cuando al día siguiente en tertulias televisivas abundaban en este análisis. En La Sexta (‘Al Rojo Vivo’), por ejemplo, cadena muchas veces divergente de su hermana mayor Antena 3, hacían idéntico análisis.

He visto esta mañana a representantes del PSC en la tele invocar el principio de realidad. Tienen razón. Hoy la realidad real se enfrenta a la trampa de la realidad virtual. Esa noche electoral en TV3, con Puigdemont personado en el Parlament de Catalunya, la sorpresa de muchos televidentes debió de ser considerable. Unos debieron llorar de alegría. Otros, de espanto. La falsa realidad nos hace incautos.