Policías televisivos

Gorka Otxoa y Pablo Molinero: "Es interesante que te hagan reír mientras persigues a un asesino"

Los actores investigan los crímenes de la serie de Amazon Prime Video 'Un asunto privado'

chicos

chicos / AMAZON PRIME VIDEO

Marisa de Dios

Marisa de Dios

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la serie de Amazon Prime Video Un asunto privado, diversos asesinatos en la Galicia de mediados de los años 40 llevan de cabeza a la policía, que no consigue dar con el culpable de los crímenes. Por eso en la comisaría están cundiendo los nervios. Los personajes de Pablo Molinero (Castelló, 1977) y Gorka Otxoa (San Sebastián, 1979) son los que más sufren con esta situación, ya que están al frente del caso. El primero, en su puesto de nuevo comisario, y el segundo, como el inspector al cargo de la investigación.

Los dos hacen de policías y tienen mucha relación con Marina (Aura Garrido), la protagonista, pero de forma muy diferente. Mientras que uno actúa como compinche, el otro es su hermano y la coarta en sus investigaciones. 

Gorka Otxoa: Sí. Mi personaje es un policía muy bueno, el mejor alumno del padre de Marina, un tío muy eficiente y con la moral y la ética policial muy asimilada. Marina le va a volver un poquito loco. Él es muy rígido en cuanto a cómo hay que hacer las cosas en el trabajo, pero cae rendido a la energía de Marina y se alía con ella en todas sus historietas.

Pablo Molinero: Mi personaje, el comisario, quizá es menos talentoso y trata de suplir esa carencia con trabajo y disciplina. También es autoritario en la comisaría y en la familia. No tiene la capacidad de dialogar ni se abre a otros caminos. Eso le pasa, por ejemplo, en la relación con su hermana. Él se ha erigido como el nuevo padre y no se muestra permeable a los cambios que están sucediendo en la familia. Marina tiene ganas de investigar, de no seguir los códigos que se marcaban en aquel tiempo, y mi personaje no lo ve.  

Los guionistas juegan a que los espectadores sospechen de ellos en algún momento. 

Gorka Otxoa: Esta serie tiene un poco de Agatha Christie, es como el Cluedo. En cada capítulo sospechas de alguien. Se juega a eso sin engañar al público, porque tampoco se trata de mentirle a la audiencia a la cara, pero casi en cada episodio hay un personaje que puede ser el asesino.

Pablo Molinero: Eso es lo interesante, que tú también juegas a investigar como lo hace Marina.

Un asunto privado es una serie de misterio y aventuras con gotas cómicas. Y te refresca la memoria: te recuerda que una mujer no podía ser policía en España en los años 40. 

Pablo Molinero: Y de eso hace menos de 100 años, que creemos que es cosa del pasado y no llega ni a nuestros abuelos. El otro día leí una cosa que decía una mujer en una red social: «Ahora los hombres y las mujeres podemos correr las mismas carreras, que antes no se podía, pero ellos empiezan en el kilómetro 20 y nosotras, en el punto de salida». Así que no te creas que hemos mejorado tanto.

Gorka Otxoa: La serie tiene ese puntito de reivindicación de la lucha feminista de entonces por la igualdad. Es un tema que, por desgracia, va a seguir estando presente durante las próximas décadas porque todavía queda mucho trabajo por hacer. Me parece muy interesante que la serie entretenga pero que esté de fondo esa lucha.

¿Dirían que por eso es una serie feminista?

Gorka Otxoa: No. Está ese tema de fondo, pero no diría que es una serie feminista. De aventuras, familiar, de intriga, de thriller... Tiene esa connotación, pero no creo que sea esa la función inicial.

Pablo Molinero: Hay un toque reivindicativo porque tiene a una mujer que se está empoderando para conseguir un lugar en la vida. Pero es un ingrediente más del cóctel de intriga, asesinatos, acción, humor... Es muy interesante que te hagan reír mientras están persiguiendo a un asesino en serie.

Gorka Otxoa y Aura Garrido, en 'Un asunto privado'.

Gorka Otxoa y Aura Garrido, en 'Un asunto privado'. / AMAZON PRIME VIDEO

La serie también nos recuerda que durante aquellos años la policía no trabajaba precisamente como en CSI y que no contaban ni con las pruebas de ADN.  

Gorka Otxoa: Se trabajaba con la intuición, con cosas más físicas como seguir a la gente por la calle. Ahora todo es mucho más digital, todo queda registrado con cámaras. Es el rollo de Sherlock, del que también tiene un poco esta serie. Se trata de ver a la pareja investigando y siguiendo las pistas. Fue un juego muy divertido, con esta serie sacas el niño que llevas dentro.

Pablo Molinero: Yo estuve hace poco con un inspector de policía para preparar otro trabajo y hoy en día, con la cantidad de móviles y cámaras que hay en el exterior, un investigador se pasa casi todo el día sentado mirando imágenes. Es muy diferente a eso que sale en la serie de las luces para ir encontrando los rastros de sangre, que me parece mucho más divertido.

¿Cómo ha sido trabajar con una estrella internacional como Jean Reno?

Gorka Otxoa: Tú te montas en la cabeza un rollo porque le admiras y le has visto desde pequeño, pero luego es un tío normalísimo, muy cercano, un cachondo mental, con ese acento francés gaditano que era divertidísimo. Ha sido una gozada tenerle, poder charlar con él y filosofar de la vida. Es uno de los muchos regalos que nos ha dado esta serie.

Pablo Molinero: Además ha sido un compañero muy generoso. Nosotros llevamos en esto muchos menos años y poder hablar del oficio con él, de las secuencias que teníamos que hacer, era como comentarlas con un maestro. Él compartía su conocimiento con mucha libertad. Hay gente que no lo transmite porque no sabe o no quiere, pero él es muy generoso en ese aspecto.