Cierra la Absenta, mítico bar cultural de Reus, después de 18 años

"Una fantasía". Así definían los responsables del bar Absenta, de Reus, la aventura de abrir un bar en el centro de la ciudad, ahora hace dieciocho años, que se convirtió en un proyecto personal y un espacio referente del ocio cultural y nocturno. Aquello que empezó "casi como una broma entre amigos y se convirtió en un local donde poder ofrecer la música en vivo con un ambiente tabernero", cierra puertas definitivamente, tal como lo han anunciado sus propietarios a través de una publicación a su cuenta de Instagram.

La Absenta, mítico bar alternativo y rompedor, se había convertido en un punto obligado por la juventud y la sociedad reusense. Sus inicios fueron complicados pero les permitió a sus responsables ir aprendiendo mucho sobre los negocios, la ciudad y la sociedad, y otros miembros se fueron sumando al proyecto. El bar fue creciendo, siempre con el objetivo de ofrecer una atmósfera diferente, un espacio clave para la cultura alternativa, con una personalidad inquieta y exploradora que no se dejó arrastrar nunca por las modas ni las tendencias. 

Música en vivo, teatro, magia y circo, espectáculos de cabaré Bizarro, delirios vampíricos, amistades, relaciones, peticiones de boda, conversaciones y discusiones interesantes, carnavales y vermuts rumberos, 'masclets' y martingalas, guateques hasta la madrugada, catas de whisky y brebajes legendarios. Todo esto y mucho más es el que ha abierto la Absenta a su clientela, que ya era amiga, siempre con calidad y con la voluntad de ofrecer un espacio de seguridad y disfrute en el centro de Reus.

"Ha llegado la hora de irse, una vez cerrado este ciclo de 18 años. ¡Nos echaremos de menos!", afirma el comunicado de las redes sociales. Con el texto, los responsables del bar han querido agradecer profundamente el aprecio y el apoyo que han recibido a lo largo de estos años por parte de la clientela, amigos, familiares, vecinas, artistas y entidades reusenses que han tenido en la Absenta un espacio de encuentro. Con ella, Reus se queda algo más huérfana de aquella mítica y ambiciosa oferta cultural nocturna que siempre la ha caracterizado.