Qué ver este verano en Tarragona: lugares que no debes perderte en tu visita a la ciudad

Con origen en la antigua Tarraco Romana, capital de la Hispania Citerior Tarraconensis, Tarragona fue históricamente una de las ciudades más importantes del Imperio Romano y de la Península Ibérica. Muestra de ello es la innumerable cantidad de rincones para ver en una ciudad que abarca historia y patrimonio con playas de ensueño y que la convierten en uno de los principales atractivos turísticos de Catalunya y de España.

A continuación te mostramos cuáles son los rincones que no te puedes perder en la ciudad de Tarragona:

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Conjunto Arqueológico de Tarraco, imprescindible en Tarragona

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, conserva vestigios de la huella romana en la península ibérica. El conjunto arqueológico incluye varios monumentos, del siglo III a.C hasta el VI d.C, que se encuentran en muy buen estado de conservación. Destaca en él la muralla, que rodea el Casco Antiguo y que se trata de la construcción más antigua de la ciudad. Actualmente, se conservan unos 1.100 metros de las 3.500 iniciales.

La parte más interesante se puede visitar en el Paseo Arqueológico. Es, sin duda, un rincón imperdible de la ciudad.

Anfiteatro romano: un imprescindible

Fue construido junto al mar a principios del siglo II a.C como espacio de espectáculos donde tenían lugar luchas de fieras, cacerías, ejecuciones públicas o combates de gladiadores.

Hoy en día se conserva parte del graderío septentrional tallado en la roca, muy erosionada, y una parte del graderío meridional, sustentado sobre bóvedas de hormigón.

La visita tiene un precio de 5 € por persona y su horario es de 9.30 a 21 horas entre semanas y de 10 a 21 horas los sábados. Los domingos y festivos solo abre en horario de mañana.

Circo Romano de Tarraco: el monumento más importante de Tarragona

Fue construido a finales del siglo I d.D por orden del emperador romano Domiciano. En él se celebraban, sobre todo, carreras de caballos y se calcula que tenía aforo para unas 30 mil personas.

Se encuentra en el centro de la ciudad y es considerado uno de los mejores conservados de Occidente, a pesar de que una parte sigue oculta bajo viejos edificios del siglo XIX.

En el siglo XII se convirtió en el palacio de los reyes de la Corona de Aragón y posteriormente en prisión.

Afortunadamente, se puede visitar, para caminar por las largas galerías bajo los asientos del público, en horario de 9 a 19 horas de martes a viernes, sábados de 9.30 a 18.30 horas y domingos de 9.30 a 14.30 horas.

Acueducto de les Ferreres, uno de los más impresionantes

También conocido como Puente del Diablo, este acueducto con arcos en forma de herradura, cuenta con 200 metros de longitud.

Se encuentra a las afueras de Tarragona y su función era la de suministrar agua a la ciudad en la época romana. Gracias a otros dos acueductos más, la ciudad de Tarraco contó a partir del siglo I con una importantísima red de captación y canalización de aguas.

Su acceso más habitual se encuentra en la carretera N240 a Valls.

Catedral de Santa Tecla del siglo XIV

Ubicada en la parte más alta de la colina, también es el edificio más emblemático de la ciudad y contiene el conjunto de arte medieval más rico de Tarragona.

Su construcción se consagró en 1331 y es considerada un símbolo gótico de la Edad Media y la primera catedral de Catalunya.

Destaca su fachada principal, del siglo XIV, y su gran portal donde aparece la bella imagen de la Virgen María con el niño, a la misma altura de las figuras de los profetas y los apóstoles. En su interior se puede visitar espacios como la Sala del Tesoro o su bello claustro.

La entrada general tiene un precio de 11 € y deberás reservarla por la web.