De la Universitat Rovira i Virgili

Un estudio pionero mide el calor máximo al que se someten los 'castellers' durante las 'diadas' en Catalunya

Las próximas citas en Valls, La Bisbal del Penedès, Tarragona y Vilafranca del Penedès, bajo el punto de mira para precisar las altas temperaturas

CASTELLS | El 'no' municipal a una actuación castellera provoca el enfado de los Xiquets de Tarragona: "Decimos 'basta'"

Gamma extra de la Colla Jove Xiquets de Tarragona en la pasada 'diada' de Sant Magí, en Tarragona.

Gamma extra de la Colla Jove Xiquets de Tarragona en la pasada 'diada' de Sant Magí, en Tarragona. / ACN / Ariadna Escoda

Jan Magarolas

Jan Magarolas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Que las grandes 'diadas castelleras' de Catalunya se hacen con calor, con mucha gente y, a menudo, sin mucha sombra, es algo habitual y aceptado entre las 'collas castelleras' y el público de las actuaciones. Siempre ha sido así y muchos ya están acostumbrados. Pero ¿hasta qué punto es recomendable? ¿Podría afectar negativamente a la propia actividad 'castellera'? La tradición pesa mucho en algunos casos y apunta al mediodía, la hora de más calor, para salir a la plaza y alzar las estructuras humanas. Pero si se tienen tantos cuidados sobre la seguridad física de la actividad 'castellera', ¿por qué no tener en cuenta también las altas temperaturas que trae el cambio climático?

La respuesta es sencilla: por falta de datos. Ahora, un estudio de la Universitat Rovira i Virgili (URV), desde su cátedra para el Estudi del Fet Casteller, pretende explorar a qué temperaturas se someten los 'castellers' durante las actuaciones y abrir la posibilidad de un cambio de concepción acerca de las diadas castelleras. Se trata de un estudio pionero en este campo, el cual busca analizar algunas de las citas del calendario veraniego a través de sensores de humedad y termómetros con el objetivo de aportar datos científicos al debate abierto en el mundo 'casteller'.

La cuatro fechas escogidas inicialmente eran en cuatro ciudades diferentes dentro de la conocida como "Zona Tradicional", es decir, las comarcas con más historia y tradición 'castellera'. Las diadas eran la de Sant Joan en Valls (24 de junio), la de fiesta mayor en La Bisbal del Penedès (15 de agosto), la de Sant Magí en Tarragona (19 de agosto) y la de Sant Fèlix en Vilafranca del Penedès (30 de agosto). Actuaciones marcadas en rojo en el calendario por ser algunas de las más importantes y con una mayor asistencia de público.

Cogiendo estas ciudades, estas fechas y las horas determinadas de estas diadas (habitualmente, entre 12:00 h y 15:00 h), lo primero que analiza el estudio es lo que ha ocurrido desde 1951. Cruzando los datos de humedad relativa y de temperatura se obtiene lo que se llama el índice de calor, que indica la sensación de temperatura que han soportado los castellers los últimos 73 años en estas plazas. Cabe apuntar que esto es solo una aproximación porque los datos de estos años se tomaban desde el exterior de las plazas, y por tanto, sin tener en cuenta factores como la gran cantidad de público, la falta de sombra o la interferencia de los edificios.

Las primeras conclusiones son claras. Según explica Òscar Saladié, profesor del Departamento de Geografía de la URV y uno de los responsables del estudio, "en los tres casos de la zona prelitoral (Valls, La Bisbal y Vilafranca), cada una en su fecha, se ve como el índice de calor se mantiene dentro del umbral de precaución, y recientemente hay más casos de umbral de precaución máxima". Sin embargo, en el caso de Tarragona "casi no hay situaciones neutras y ha aumentado de manera importante los años de precaución máxima, esto se debe a la proximidad con el mar, que provoca más humedad".

En resumen, en las cuatro diadas analizadas ha aumentado la sensación de calor más bien debido a la temperatura que a la humedad. En valores absolutos, comenta Saladié, esto es alrededor de 0'3ºC más cada década, lo que significa más de 2 grados en los últimos 70 años.

El calor en las plazas de los 'castells'

La segunda parte del estudio consiste en conseguir y analizar el índice de temperatura real de cada plaza en las fechas indicadas y, así, poderlos comparar con los resultados históricos. Mediante sensores y termómetros, los responsables del estudio medirán los datos en dos ubicaciones de cada plaza, para diversificar la muestra.

"Sabemos que hay plazas de todo tipo, más o menos cerradas, a veces con calles adyacentes por los que pasa aire, con edificios hechos de materiales que absorben el calor y que están llenas de gente, por lo que la hipótesis inicial es que el índice de temperatura de las plazas tiene que ser significativamente más alta que en el histórico de las estaciones meteorológicas externas", apunta el profesor. No descarta, de hecho, que en alguna ocasión de los últimos años se haya superado el umbral de peligro, aunque el histórico no lo revele.

Las plazas escogidas inicialmente eran cuatro entre junio y agosto, sin embargo, a petición de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya, el órgano que rige todas las 'collas castelleras', también se tomarán datos de muchas otras diadas. De momento se han monitorizado las Cultures de Altafulla (13 de julio), la fiesta mayor de Banyeres del Penedès (14 de julio), Santa Anna en El Vendrell (26 de julio) y, este miércoles, la diada de Firagost en Valls. Algunas de estas citas 'castelleras' son en horario de mañana, alrededor del mediodía, pero otras son en horario de tarde, con temperaturas más amables, y la de Valls, por ejemplo, en horario de noche. "Lo ideal sería saber los datos de los sensores de todas las diadas, también en el interior de Catalunya y las ciudades de Barcelona y Girona, y en momentos distintos del día para ver las diferencias", dice Òscar Saladié.

¿Cambiarán las 'diadas'?

Los resultados del estudio, que se conocerán una vez termine la temporada 'castellera', en otoño, quieren ser un argumento más en el debate abierto en el mundo 'casteller' sobre la idoneidad de los horarios y las fechas para hacer castells. El siguiente aspecto a analizar será si el calor afecta la propia consecución de las estructuras 'castelleras', que exigen de mucho potencial físico y mental y dependen de infinitos factores. Sin embargo, a través de unos talleres con una decena de collas, los responsables del estudio de la URV han detectado que hay muchas variables y prioridades para los miembros de las agrupaciones a la hora de someter cambios a la tradición centenaria de los 'castells'.

La recomendación en situaciones de altas temperaturas es buscar sombras, refrescarse y beber mucha agua y evitar las horas de más calor. Pero en el mundo 'casteller' hay consejos difíciles de aplicar, ya que no se pueden cambiar las fechas de las fiestas mayores o los horarios de las actuaciones porque entrarían en conflicto con los otros actos protocolarios o de cultura popular. El debate está abierto y ni las 'collas castelleras' ni los ayuntamientos no se cierran a él. Lo demuestran algunos primeros pasos exploratorios que quieren facilitar la práctica 'castellera'. Sin ir más lejos, tres diadas importantes en el calendario como son Llorenç del Penedès, La Bisbal del Penedès y Les Santes de Mataró ya se realizan por la tarde en busca de un horario más amable para hacer 'castells'. Solo faltan las evidencias científicas que lo respalden.

TEMAS