Denia

Un detenido por el crimen de Alicante, que pudo deberse a una deuda por drogas

La Policía Nacional arresta a uno de los dos presuntos autores de la muerte de un hombre al que dispararon a quemarropa en el pecho en un garaje

La Policía, junto al garaje donde se produjo el disparo del crimen de Denia.

La Policía, junto al garaje donde se produjo el disparo del crimen de Denia. / Alfons Padilla

Alfons Padilla / Mercedes Gallego

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Policía Nacional ha detenido esta tarde a uno de los dos sospechosos de disparar a un hombre a quemarropa y matarle en un garaje de una céntrica calla de Denia (Alicante).

Los agentes han realizado el arresto del que podría ser el autor material del disparo cuando no han transcurrido ni 24 horas del asesinato que ha conmocionado la ciudad. De momento no han transcendido más detalles del detenido ni donde lo han capturado.

Mientras tanto, vecinos de Denia siguen sobrecogidos por el crimen perpetrado a última hora de la tarde del martes en un garaje de la céntrica calle Patricio Ferrándiz. La cochera, situada en una pequeña finca de tres pisos de altura que es propiedad de una familia dianense, permanecía ayer cerrada a cal y canto. La calle recuperó la normalidad tras el revuelo de la tarde y la noche del asesinato.

Los especialistas en homicidios de la Policía Nacional siguen investigando y ahora mismo el móvil que cobra más fuerza es el del ajuste de cuentas. El asesino habría matado de un disparo a quemarropa en el pecho a un hombre español de unos 50 años por una supuesta deuda de drogas.

Los agentes ya tomaron declaración la misma noche del martes en la comisaría de Denia a testigos esenciales. Uno de ellos, miembro de la familia dueña de la cochera y de la finca. Se trata de un hombre de edad similar a la del fallecido que se hallaba allí cuando el verdugo, que llevaba puesto un casco de moto para ocultar totalmente su identidad, irrumpió en el garaje y disparó a bocajarro a su víctima. 

Asesino y víctima habrían mantenido una brevísima discusión en la que se intuía que el primero exigía al segundo el pago de una deuda por drogas. El crimen también lo habría presenciado una chica que estuvo en todo momento con los agentes y no podía contener el llanto. Una policía nacional la consoló. Esta testigo también fue llevada luego a comisaría a declarar.

"Me sorprendió ver a pasar a dos jóvenes caminando por la acera con los cascos puestos y, al rato, que volvieran corriendo"

Mientras, el dueño de un bar que está en la misma acera que la cochera relató esa misma noche que le sorprendió ver a dos jóvenes caminando con los cascos puestos. "Y todavía fue más llamativo que, al poco, volvieron a pasar en dirección contraria y corriendo". Este testimonio va en la línea de quienes luego contaron a la policía que en la finca de la calle Diana, donde se le perdió la pista al autor del crimen, no solo entró este, que tenía la moto aparcada en la puerta, sino también su cómplice. Entre la cochera y el edificio donde el asesino se esfumó hay apenas cien metros.

Los investigadores ya recogieron esa noche huellas en la motocicleta, que, pasada la medianoche, retiró la grúa de la Policía Local y que ha quedado custodiada. También se llevaron el coche que se hallaba en el garaje y junto al que se cometió el crimen, que pertenecería a la víctima.

Pudieron escapar saltando por las azoteas

Se baraja que los buscados pudieron escapar saltando por las azoteas. Los policías, tras precintar el garaje privado, también cerraron el tramo de calle donde apareció la moto. Registraron la finca. Al principio no dejaban entrar a los residentes. Luego les acompañaban a sus viviendas y, antes de que estos entraran, las inspeccionaban a fondo. Pero, al final, se descartó que el asesino y su compinche se hubieran escondido en el edificio. Se llegó a sospechar que pudieron escapar por la azotea y saltando a las terrazas de otras fincas, algo que según explicaron los vecinos es totalmente factible. Eso sí, en este edificio hay cámaras de seguridad (los vecinos las instalaron para evitar usos en las viviendas que alteraran la convivencia) y la entrada por el portal de los dos sospechosos estaría grabada.

El revuelo que se vivió la tarde y noche del crimen en Patricio Ferrándiz y Diana, dos céntricas calles de Denia, contrastaba con la normalidad que se respira hoy. Los dueños de negocios, excepto el citado dueño del bar que sí vio pasar a dos sospechosos, no intuyeron que pasaba nada extraño hasta que llegaron las patrullas de la Policía Nacional y Local y precintaron la cochera y un tramo de calle. Tampoco sabían la identidad del asesinado. Apuntaban que algunas plazas del garaje están alquiladas y también que en las últimas semanas se habían realizado obras para instalar en esa cochera, que es bastante amplia, un ascensor para subir a los pisos.

Mientras, el vicealcalde de Denia, Rafa Carrió, señaló que todos los vecinos de Dénia están consternados y pidió que no se hagan especulaciones y que se deje trabajar a la policía. "Lo más importante ahora es no interrumpir la investigación. Ahora mismo la discreción es fundamental para que los expertos puedan esclarecer todo lo que ocurrió".